jueves, 5 de abril de 2012

Dios Prisionero



Canta o lengua gloriosa... pues hoy El Señor se hace alimento de la humanidad, pan y vino consagrados, pan y vino que este día me dijerón "ven".
____________

No, no ne fingiré un místico cristiano al escribir. Buscaba un himno religioso, una plegaria gregoriana, un tema y una elocuencia propia de un poeta.... pero no, creo que mejor me limitaré a escribir lo que sentí y pasé. Un día normal dentro de muchas cosas, tranquilo, monótono si se quiere. En donde pienso y repienso, me pregunto y me contesto. Donde siento y de pronto ya no siento nada. Donde todos y nadie estan en mi cabeza y corazón.

Buscando confesión a último momento porque por varias cosas no lo realice antes, dolor, frustracion, falta de sentido, falta de arrepentimiento, vanalidad, prisas, horarios... tanto, en donde no puedo decir "Señor, ¿por qué me ocultas tu rostro?" cómo mi lado trágico quisiera para agregarle dolor a mi vida. No, yo fui el que decidio en esta cuaresma no pensar en ella, algo contrario a lo que siempre había hecho.

Me vi de pronto con la respuesta obvia de que no era posible ni fácil en un día como hoy en el que todos los sacerdotes estan ocupados, en donde mañana en ningun lugar se celebran sacramentos y donde la misa que se espera con ansia el sabado en la noche hará imposible acercamiento, y al darme cuenta... lloré.

Lloré por todo, por nada, por Beto, por mí, por mi corazón, por el suyo... más estando en misa comence a llorar más... por no llorar de arrepentimiento, por no orar más por las almas consagradas (que siendo mal ejemplo alejan y pierden a otras personas), por no dar más amor al mundo, el deseo de entregar mi vida por el mundo nuevamente, igual que hace 13 años. ¿Ahora podría abandonar el mundo? después de tantas cosas vividas en él... me siento indigno de un seminario, sin la pureza, sin la vocación... sólo con el enorme deseo de atraer más almas hacia el amor, de dar todo porque los demás descansen, vivan, amen.

Y pidiendo así aprete mi crucifijo, apreté mi relicario... me sujeté el corazón y dije "perdoname, no sé que necesito, pero como diría Santa Thaïs: Tú que me creaste, ten misericordia de mí" Y ahora, me veo luchando nuevamente contra mis anhelos del mundo de amor, de cariño, de su regreso, de esperanza, de triunfo.... pero al voltear al sagrario que espera, en esta noche que será dificil, La noche de Getsemaní, ¿cómo pedirte algo o esperarlo?

Quisiera olvidarme de todo y abrazarte, mi Dios prisionero, te quedaste por amor y no se te visita. ¿Cómo hablarte de amor y que no me corresponden cuando yo no te visito con la frecuencia debida? ¿cómo hablar de sufrimiento cuando en unas horas serás convertido en un ser sanguinolento lleno de tribulaciones? ¿me llamare abandonado cuando esta noche todos te dejan solo? Un mundo que quiere paz, amor, pero que deja los sagrarios abandonados. Permiteme olvidarme de mi un momento y ofrecerte mi pequeño corazón como almohada.

Pero antes, limpialo... bien sabes lo que hay en él. Lo que ha vivido, lo que siente, lo que piensa, en mis oraciones te lo he puesto nuevamente (aún sin rezar ni orar ni meditar tanto como debería) para ser un buen deposito de tu cabeza. Jesús mio, no llores. Y si lo haces, déjame llorar contigo.

Hoy yo no importo, déjame ser la boca de quien no puede orar porque perdio la fe o nunca la tuvo. Por aquellas almas que requieren un abrazo, un consuelo, apoyo, por quienes sufren en los hospitales solos, por quienes no comen, por quienes teniendo no comparten, por quienes rompen corazones, por quienes lo tienen en pedazos... por mis amigos, por mi familia, por mi país, por el mundo... Hoy yo no importo. Sólo me importa mi Dios Prisionero.

Recostado en mi pecho Dios Mio, te abro el único tesoro que tengo y que puedo ofrecer al mundo. Mi propio corazón... que nunca me canse, que nunca desfallezca, siempre una oración, una vela, una sonrisa, aliento, confianza.... Fe, Esperanza, Caridad Prudencia, Justicia, Templanza, Fortaleza.... cuando ya no pueda siempre de algo más.

Que ore por quien no lo hace, por quien cree que no lo necesita, por quien me odia, por quien me daña, que ame y mi fin mismo sea amar, siempre hasta el limite, siempre hasta darlo todo, siempre hasta quedar sin nada... porque entre más das, más tienes. Debo confesarlo, aún sintiendo que él o algunos amigos no dan ni reciben.... les di, doy y daría todo lo que fuera posible, necesario y adecuado.

Esta noche que mi mente se olvide del egoista "yo" y me quede contigo... mi Dios Prisionero

No hay comentarios:

Publicar un comentario