viernes, 13 de abril de 2012

Cena



A- Siéntate, ven, reposa tu cabeza sobre de mi hombro. Amor, ¿cómo estas?

J- Cansado, fúe un día dificil, sabes, a raros lloraba, a ratos reia, después estaba furioso, de pronto todo estaba en paz. A veces no extrañaba a nadie, de pronto a todos... por momentos los odiaba y nadie me interesaba, pero casi inmediato, en mis ojos se mostraban buenos recuerdos con el y con mis amigos. Y mi animo volvia a equilibrarse.

A- Debío ser algo duro, y ¿cómo lo solucionaste?

J- Me doy tiempo, sólo me permito estar en algun estado dificil lo que dura una canción, lo que me desahogo, cuando noto que ya es dolor demás y lastimero me pongo un alto y me incorporo. A más de uno le etxraño que de pronto sonreia y al menor momento una lágrima escurría.

A- ¿Y nadie hizo algo o similar?

J-Voltear para otro lado, en realidad no me incomoda, no lloro en público esperando un ángel de rescate o similar, sólo que no lo freno cuando siento que quiere salir. Sonrío pensando que tal vez enamore a alguien, pero más allá de eso es porque me gusta, al igual que de pronto mecerme al compas de la música que llevo, jugar y disfrutar cada rayo de sol que me golpea... creo que simplemente ahora no refreno ni busco ocultar o controlar como me siento, sólo dejo que salga y dependiendo de la evolución veo que acciones tomar.

A-¿Por qué me hablas tan solemne?

J- Porque no quiero que la emocion me gane y me quiebre, soy fuerte. No quiero confiar ni volver a caer.

A-¿Ni siquiera en mí?

En tí siempre, pero aún así, lo que menos querría es lastimarte.

A-Ok, ven siéntate, encenderé velas, pondre la mesa para los dos, reposa, no preguntaré nada, no juzgaré... ¿cómo hacerlo cuando todos tenermos fantasmas y no una vida que sirva de ejemplo? Descansa bien mio. Yo te cuidaré siempre.

Y siendo así, me levanté, dejé ese espejo y fui a prepararme la cena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario