20 años

20 años... es apróximadamnte lo que llevo sintiéndome así. Recordando y repasando, creo que sólo durante mi primera niñez fui feliz. Poco a poco todo fue cambiando, todo fue mutando y sigue y nunca se detendrá.

Me recuerdo enamorado de todo, ingenuo, dulce, tierno, alegre, jugueton, curioso... diciéndose al espejo "que lindos ojos", capaz, importante, agradable... y poco a poco el cambio, el ser segregado por los niños por su inteligencia, por sus modos más suaves, por un poco después su poca habilidad física dado que no se practicaba, por su visión y después por sus lentes por los que recibio apodos. De maestros que me apoyaban y exigian más, para consursos, para evaluaciones, el niño listo... el niño que recibia más atención de los maestros y al tiempo al que más se descuidaba porque "el podría solo" . Con los problemas de mi hermana menor en la escuela la atención se fue a ella, a lado de unos padres uno cada vez trabajando más, la otra enferma y lidiando con mi hermana. Y comencé a independizarme, y a querer que me voltearán a ver.

Y busque ser mejor aún, al menos recibiendo dieces era como se me miraba. En la doctrina encontre un hogar, hasta que actos de piedad y mi estatura me causaron la altibajos y molestias con mis compañeros.

Mi refugio mis muñecos, mi oso de peluche Osin, a quien perdí sin aviso ni nada cuando tenía 17, tristemente debo reconocer, el primer dibujo del que tengo memoria es de mi recostado sobre mi osito llorando. Leyendo y aprendiendo, curioso, siempre atento e interesado, historia mi materia favorita junto con geografía... ahí mi mente empezo a volar, a soñar, a querer conocer y saber cada vez más. Orgulloso de lo que sabía, aprendía y comprendiendo, igualmente mis clases de doctrina, desde el hebraismo a la salvacion, citas, santos, autores... todo se arremolinaba y era feliz.

Me sabia estimado por mis compañeros, tomado en cuenta, cuidado... aun con las burlas y de pronto molestias. Igual que en la secundaría. Más tarde viendo y recordando que no había un amigo constante, que nadie venía a mi casa o llamaba, que de pronto no me recordaban, caí en cuenta que me hablaban por tareas, ayuda con elprof, cosas así. Que tuve buenos compañeros y personas con las que pase cosas buenas (Verónica, Edgar, Alejandra, Yazmin...) ninguno se convirtio realmente en un amigo.

Pocos de la secundaría conservo, muy buenos y leales, hay cosas muy buenas, descubrir que me gustaba bailar, la música no solo religiosa o de los 80's del radio, ¡tanto que aprender y conocer!. Me sentía acompañado, feliz, aunque cada vez había más una dejazón de soledad, mis primeros poemas datan de esa epoca, en donde sacaba el como me sentía, mis dudas, mis anhelos, amorcillos que nunca se concretaron, el descaro, la discriminación, el desprecio y la envidia. El querer una novia, un amigo, compañia.

Todo creció y se exacervo en la preparatoria, mi primera relación sexual, el primer beso, pero no habia estado realmente enamorado (aunque si soy honesto hubo personas que me gustarón por años) y queriendo compañia, el conocer amigos varones en mayor número, el salir al centro por el mero gusto de ver el sitio que me encanta, salidas, escapadas, mi encuentro real con la pintura, el teatro, el canto y la danza...

A los 17 mi primer novio, dificil, tierno, dulce, cambiante, mi asfixia, el dolor ese "nunca existíste para mí" a quien años más tarde al saber de él aún me causaba temor. Ahora las cosas van bien con él... pero fue algo que cambio tanto....

De ahí el anhelo, la exploración y manifestación sexual en su grado más basto y fragante. Las caricias, los rechazos, los deseos, las verdades... todo bailando al vaivén de unos cuerpos, con amigos cada vez más lejanos por escuelas y actividades. Solo ¿dónde estas amor?

Los golpes de personas que hirierón, los "te quisiera besar, pero él es mi novio" "no eres tú, pero no quiero nada en serio","eres maravilloso, pero me tengo que ir"","estamos bien cómo amigos, no quiero hecharlo a perder","no puedo con alguien que quiere tanto como tu, no puedes existir, no debes existir","no puedo salir con alguien que puede sentir tanto, tanto tiempo y sin aminoré, que odia y ama con la misma intensidad".

Luego la enfermedad, el reajuste físico, el adelgazar, el buscar mejorarme, "véanme otra vez!", amigos lejanos la mayoria, los que siguen cada vez es mas hondo el vacio... Mi cuerpo, mi mente, mi corazón se agitan, cambián y mutan. Adíos a mis servisios en la iglesia, a dar clases, a la inocencía, a sentírme protegido, mis padres uno lejos la otra enferma, mis hermanas una ocupada haciendo de padres la otra sin mucho remedio y cada día más lejana, alguna vez compañera de juegos, ahora tan extraña.

En la escuela dándome cuenta que hay cosas que no se me daban tan bien, pero dada la fama creada no se me disuclpaba bajar la calificación, el reconocerme desubicado y cambiar todo, de fisico-matemático a humanistico, el reclamo, el salir, el "déjenme", ¿amor dónde estas?, amigos ¿por qué no me buscan?, ¿por qué sí me llamas amigo nunca sales conmigo y si con ellos o ellas, no puedo ir? el "solo quiero tu cuerpo", "no tengo tiempo", que desaparecian o dejaban de hablar, tantas cosas... La danza, pintando, escribiendo... anhelando, buscando, amando.

Hasta Roberto nadie fue mi novio, 7 años pasarón, y el realmente fue el primero en la real palabra. Lo demás es historia contada.

He guardado todo, ahora lo saco, 20 años caso de ir creciendo el anhelo, el deseo, el de pronto no sentirme que doy lo suficiente, el responder ahora con aceptación al como son las personas, el ser humano. Con quienes transito. Debo dejár ir a todos, a todos, no sólo a él.

Canta el cisne este triste vals, en el que cada uno lloré al amor que perdío, al que no llega entre más se le grita, no es nada más que un triste vals, ya no hay hechos son sólo recuerdos, son sólo vivencias, son sólo heridas que yacían ocultas pero que sí sangraban, canta tu vals Cisne..

Yo embriagado, llorando y buscando sanar... bailará hasta desfallecer.