Llevo horas tratando de darle forma a este poema, pero los vaivénes en mi humor lo han hecho mutar una y otra vez, creo que al final sólo le daré la forma que pueda con las ideas que eh ido recavando.
Si muero será sobre rosas, aunque preferiría camelias, quiza azucenas en rememoranza a una foto que me enamoro de Maria Candelaria. Al menos así al final, entre flores será mi camino, su perfume mi hartazgo y sus pétalos y hojas mi dulce reposo.
Bésame con los ojos,
porque no espero tu piel
ni besos sabor a hiel
ni abrazos que se evaporen.
Me llaman cruento y loco,
sin autoridad moral aplicable,
que juzga siendo culpable
de los mismos crimenes y hechos.
Déjame en mi locura,
a diario reconstruida,
hecha de ignominia,
de preces y de lisonjas.
Todo en sordo dolor,
que quema mientras consume,
que con el aire convierte en lumbre
lo que alguna vez yo creía.
Calla sino haras nada,
sí sólo hablaras y daras consejo,
pero si no te veo certero,
dandole forma a las palabras,
vanas, llanas y huecas
se volverán con los hechos.
No pido saltes al fuego,
eso a mi amante no presente le pido,
a ti mi sencillo amigo
no digas lo que no haras.
Te abriré mi pecho y mostraré lo que hierve dentro, te mostraré mi cabeza y podras observar mis pensamientos, déjame mostrarte porque el Cisne de mi corazón siempre esta cantando.
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