Pre-cumpleaños

Un día antes de mi cumpleaños... y no sé como me siento.

Es verdad que siempre ha sido una fecha a la que le guardo mucho respeto y cariño, la noche de San Juan... la noche de la mágia, de tantas cosas. Por años organice fiestas donde casi nadie venía, no obstante era maravilloso por quienes lo hacían. Aunque siempre quise que se quedarán en casa para postergar y prolongar la celebración hasta que el día siguiente nos alcanzara. Quiza algún día.

También es cierto que quise y desee este cumpleaños, mi número 25 pasarlo acompañado por alguien especial. No fue así, y no espero nada de él mañana, aunque una parte de mí aún quisiera confiar sé que esto no ocurrira.

25 años... cómo vuela el tiempo. Ayer pase la tarde con alguien que me gusta y le gusto, dormimos juntos... y el vacio de mi corazón creció al saber a alguien a lado de mi, con quien no hay una real empatía. Pero asi es la compañia que puedo procurarme.

Todo avanza bien, tengo quienes me quieren, tengo a quienes querer, hay tanto por lo que agradecer, pero no dejo de sentir cierto pesar. Cierto vacio y soledad interna que nunca desaparece. Es mi cumpleaños casí, ¿por qué no hay planes? inclusive a mi madre se le había olvidado que se celebra mañana.

Ire a arreglarme, a decirme que mi vida es perfecta, a arreglarme y ver que me depara la tarde-noche. Sólo no quiero estar solo, no otr día... no este día... mientras regalo los soplos de mi corazón esperando poder desterrar el frio de mi.