Mudo

Soy alguien miserable según parece. Alguien que es fácil odiar y molestarse con él. Finalmente parece que nadie me ama porque más allá de lo que pueda ser o tener, ven a alguien con quien no quieren convivir.

Estas tan dolido con el mundo que sin sentirlo, pensarlo o meditarlo de tu lengua salen espadas que hieren a quien se atreve a siquiera apuntar una astilla contra ti, tan temeroso que no permites la confrontación… tantas veces han querido pisotear lo que eres, lo que crees, lo que sientes, que ya ante cualquier amenaza el cisne afila sus alas y se pone en actitud de ataque.

Finalmente como me dijo un amigo “se necesita ser alguien inestable o loco para que le gusten tus cambios de humor” Y ahora se coronan con un “Discúlpame por pedirte q te fueras pero preferiría ya no verte, tus cambios de humor y tu actitud hostil no son algo con lo que quiera convivir....” finalmente creo que si me la paso solo, es porque parece ser que soy una pésima compañía con quien nadie quiere estar.

Me siento alguien creyendo ser un artista cuando solo quisiera pero no tiene nada de valor, ya lo he dicho muchas veces y no tendría caso repetirlo, siento que no hago nada bien, sin importar cuan bueno sea o lo que las criticas digan. No soy nada, soy un cisne es verdad…. Pero no soy la “Odette” que el mundo quisiera ver, soy un cisne que alguna vez vio a alguien más bello, hermoso y talentoso y quiso ser así, pero es alguien normal. Su mayor tesoro es tan pequeño y nadie lo ha querido, su corazón.

Día tras día suelo pensar que tal vez cuando sea más lindo, cuando logre mostrar lo que tengo y alguien lo vea y no solo mis maestros, cuando por fin vean que aquí estoy me querrán. Tengo la mentalidad de un niño queriendo amor y atención. El otro Juan me dice que soy maravilloso y que deberán verme quienes quieran, pero el otro me recuerda que no importa cuán bueno seas, siempre habrá alguien mejor… y que eso no es garantía de que te quieran, siempre te exigirán hasta la muerte que seas cada día mejor.

Eres tan loco, inestable, enfermo, cambiante de humor, doliente, frágil, agresivo, dañado… ¿quién, estúpido, pensaras que puede amarte? Arráncate la lengua y escúpela, nadie quiere oírte cantar, nadie quiere escucharte susurrar versos, contar sueños, tejer rimas, decir un “te quiero”…. Cuanto menos querrán escucharte atacar, imponer, debatir, justificar y decir otras cosas… guarda silencio y enmudece… Mueres poco a poco, ya habías aprisionado el pecho, ahora guardas la boca, cuando tus manos dejen de escribir habrás muerto, y puede que a nadie le importe, o que si les importe sigan prefiriéndote callado al malhumorado e incómodo de tratar Juan José.

No eres lo suficientemente bueno en nada… pero levanta todo lo que tienes y sigue caminando, pero mudo.

Nadie te busca, te extraña, te procura, nadie quiere estar contigo, y si tantos dedos señalan llamandote malo, deben tener razón. Los inquisidores encontrarón un hereje de verdad, alguien que penso que su realidad era valida, pero simplemente era una quimiera.