miércoles, 18 de mayo de 2011

Adios corazón mio



No llores y acomódate en mis brazos, no me veas, no me hables, debo te, y sin saber quién eres poder darte muerte.

Juan José debe matar uno a uno a los cisnes, a los estorbos, a los entes que lo defendían, en los que se sustentaba su realidad, en los que encontró un refugio a su torcido mundo, en los que se sentía entendido. Endentado y ¿para qué? tal vez simplemente cree un mundo interno en donde yo no estaba mal, en donde los dedos, criticas, gritos, negligencias, dejaciones, vejaciones y anhelos no existían. Un mundo en donde yo era lo suficientemente bueno e importante para tener a mi alrededor el ojo atento de todos mis entes.

Y ahora que el velo se rasgó, que mancillaron el altar, que mis ojos deben despertar a la realidad que yo sé que veía pero que tanto insistieron que negaba es que ese mundo se destroza frente a mí. Sin embargo, esta vez no creo que vuelva a levantar lo derruido.

Mueran mariposas, jardines, lagos, fuentes, todos ustedes caigan, no son reales, eran meros espejismos. No eres el rey de nada, no eres el hijo al que le pongo atención, no eres el hermano al que extraño, no eres el amigo al que procuro y busco, no eres el alumno al que quiero dar clase, no eres a quien quiero escuchar ni a quien quiero abrirle mi corazón. No eres el que esperaba, no eres el artista, el ilustrador, el `pintor, el bailarín, el escritor, el diseñador, no eres nada... eres potencial muerto que no da fruto. No eres nada, y esa es tu realidad.

Te construiste un mundo exacto, extraño, onírico; en el cual lograste ser el rey, pero no es real.

Te mentiste tanto a ti mismo que lo creíste verdad, te dijiste que estabas bien para no sentirte de nuevo como que no valías para ser querido. Te dijiste que no te entendían para no reconocer que te equivocabas, te dijiste que eras un cisne para no sentirte solo.

Para controlar tu mente la destrozaste en pedazos, causaste tu locura, fuiste sembrador de tus sueños irreales y locos. Creaste a un ser sin rostro que te amaba sin importar nada, pero él no existe, quienes si existen y son reales te quieren, pero repudian al Juan José triste, anhelante, soñador, el que quiere que lo quieran y acepten aun triste, pero, ¿quién querrá a un ente siempre triste? ¿Cómo pedirle a alguien que acepte y le gusten tus desvaríos y locuras?

Solo a los genios se les ama su locura, y tú no lo eres. Eres potencial muerto.

Decidí matar mi corazón porque ya me canse, si todos dicen que estoy mal debo estarlo.

Que ardan los campos de mi Parnaso, se sequen los ríos de mi mundo. Se marchite la tierra, retumbe y se trague todo, mis templos, mis castillos, mi mundo muera porque dicen que esta mal y ya no tengo fuerza para defenderlo.

Yo no creo estar mal, pero ¿qué importa lo que crea? ¿Cuándo ha importado? Si, sale mi lado dramático de nuevo tal vez, si gente lista, que ha triunfado, que ha logrado sus propósitos y demás dicen que yo soy quien desvaría por no aceptar la realidad tal cual es, quien siempre busca como estar bien ante las críticas y repela, y por eso lo llaman terco por no entender sus errores y tratar de defenderse. Debo estar mal.

Tu eres la causa de la soledad cisne, en tu deseo de ser especial, cerraste los ojos para no ver la realidad y ver que eres alguien más común. Nunca me dolió ser humano ni quise dejar de serlo, pero en esa humanidad sentía y veía un algo especial dentro de mí que me hacía feliz. Muera también eso, muera tu supuesto bailarín interno, acepta tu torpeza y limitaciones. Muera el cantante y el músico, no sabes si quiera leer una nota, no sabes música, ¿de qué sirve sentirla? la música debe ser entendida sino solo eres alguien que dice que le gusta- No eres un pintor, eres un naif mediocre.

Quisiste ser especial, quisiste decirte que no te amaban porque no te entendían, porque no se acercaban, porque no te buscaban, cuando la realidad fue que en tu terquedad de ser Ese Cisne alejabas a quienes estaban cerca.

Te volviste verdugo analizando, escrutando, buscando la razón del porque los demás no estaban cerca, analizaste su calidad humana, su empatía, si sensibilidad y viendo sus carencias te decías "no soy yo, son ellos, aun no llega quien lo sea" y parece ser (o al menos eso dicen) dejaste de ver tus propias fallas.
Abandona la danza porque solo era un fantasma, deja de cantar porque no sabes hacerlo ni has tenido el valor de en verdad buscar clases, no eres lo suficientemente exigente y fuerte para afrontar las cosas. Deja de lamentarte, deja el ejercicio que quita tiempo, céntrate en tu escuela, en lo que dicen que haces bien, en esa actividad a la que te reducen, ya te dijeron tantas veces que no puedes hacer mucho, no puedes hacer tanto, no es posible, deja de decirte que puedes con ello. Guarda tus zapatillas de baile, apaga tu lengua a querer cantar, deja de escribir porque no redactas bien, deja de fingirte alma de artista porque solo eres alguien que solo con serlo.

Adiós a mis cisnes:

Al rojo, el valiente, el tenaz, el orgulloso de sí mismo, el que en su mortalidad fue capaz de tocar el cielo, el que me hacía sentir especial, el que me decía "lo vales" el que me decía "has triunfado" el que me alentaba cuando me caía, que me decía "levántate, construyamos de nuevo lo que destrozaron" "el que infatigable alumbraba mis noches oscuras y de desesperación. Adiós amor mío, tú eras el fuego de mi corazón, tú eras quien me sacaba a bailar en las noches, tú eras el amor que me levantaba. Te extrañare mucho.

Al negro, a ti también te despido, mi lado agresivo, atacante, defensor y no obstante tan dulce conmigo, en el filo de tus plumas me libraste de lo que me dolía, fuiste una coraza de lo que yo creía que estaba mal, nunca me quedaste mal aun cuando de pronto tu influencia causara ciertos estragos, mi buen cisne negro. Adiós.

Al azul, con su contada presencia pero tan agradable, el que me escuchaba, aconsejaba, cuidaba, el que me contaba como sería el mundo si la gente lograra entender la hoguera de mi corazón, el que me decía lo listo que era y que podía lograr muchas cosas el cisne que me decía "animo" que me sacaba a bailar, que no veía como locuras y terquedades mis ganas de bailar, de cantar, de pintar, de aprender música, mi fiel compañero, Adiós.

Al blanco, en su inocencia, dulzura, a ti es a quien más me duele dejar. A ti es a quien más calmaba en sus temores, al que le decía "eres maravilloso”, “te van a querer “, ”no ha llegado la persona indicada”, “no hay nada de malo en ti", "discúlpalos" a ti quien sollozante llegabas con tus grandes ojos a decirme que no entendías al género humano. A ti que impulsaste tantas veces mi vida, que me hiciste soñar, que creamos un mundo aparte, te bendeciré siempre, fue lindo creer que éramos uno, pero tú eres un ser ideal, hermoso y bello. Yo debo afrontar mi realidad humana despojada de tu influencia. Adiós amor mío, mi corazón se queda contigo.

A mi ser sin rostro, a tu amante nocturno, fantasía, anhelo, tu quien me amabas sin importar nada, sin ser real, me aceptaste, bailaste conmigo, me amaste y entendiste. Eres la encarnación de mis sueños, adiós amor, no eres real pero para mí lo eras. Cuídate mucho y tú no te olvides de mí.

Adiós a mis mariposas, a mis flores, camelias, orquídeas, rosas, lotos, a todas.... Tal vez nos encontremos después, pero ahora debo quemar todo.

Adiós Juan José, debo matarte porque dicen que estas mal.... si renaces veremos porque. Te extrañare bien mío. Y mientras te asesino cantándote una nana, mi corazón se vacía, mi alma se parte y muero contigo.

Adiós


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