Anoche mi alma soñaba,
no recuerdo ya el qué,
mis ojos juntarón agua
y comenzarón a llover.
Regarón copiosamente
la almohada donde dormia,
y en torno a mi florecia
una frondosa pradera.
Así mientras yo soñaba
mis sueños cobrarón forma
disiparón cualquiera sombra
que acechaba rincones.
Llenarón aire de olores
perfumarón mi calmo sueño,
del cual casi nada recuerdo,
más se que te tuve presente.
Ahora siguiendo consejo
dictado por la loca mente,
recuerdo mi diaria muerte
y te confino al recuerdo.
Desperté regando almohada
sin recordar cual fue el sueño,
y entre vigilia y ensueño
quise no despertar solo.
Anhele que lo conversado
la noche previe fuera quimera
que pronto Verdad viniera
y me dijera que era falso.
Más se que eso es engaño
conciente estoy de realidades
ahora repartiendo verdades
sueño estando despierto.
Esperando el momento
que llegue aquel amante
que me de sueño agradable,
que no me haga llorar
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