jueves, 28 de abril de 2011

Silencio



Mio caro Dio... ¿podrías venir un momento conmigo esta noche? Sé que siempre estas presente, pero hoy quise pedírtelo de manera especial. Y ya pidiéndote cosas, ¿sería posible que mi ser sin rostro viniera y me abrazará? No quiero sentir el aire abrazándome esta noche de nuevo, ni convertir mi almohada en una esponja salada una vez más.

Sabes que muchas veces tengo que darme ánimos para no caer, ayer precisamente logre el quedarme callado tanto como fue posible para simplemente escuchar a un amigo que lo necesitaba y finalmente decirle algo, al menos esta vez lo logre. Debo aprender más a escuchar y guardar silencio, solo en silencio es cuando más pienso y mejor puedo compartir.

¿Por qué hablaré tanto? Puedo dar muchas respuestas: el que nunca me he sentido escuchado y tengo la necesidad apremiante de que me volteen a ver y vean que existo. El esperar que a fuerza de escucharme de pronto presten atención a lo que digo y no solo respondan con monosílabos o frases pre-fabricadas. Tal vez sea porque tengo mucho que contar, que decir o compartir. Quizás porque al estar tanto tiempo sin interlocutor cuando lo tengo quisiera vaciar todo lo que quiero decir antes de que esa persona se vaya y vuelva a escuchar mi voz en el silencio.

Ahora que avivo mi memoria cuando era niño alguna profesora llego a ponerme cinta adhesiva en la boca para evitarme que hablara, al ir creciendo me dijeron que me callara porque era aburrida mi conversación o no la entendían o iba por temas que no interesaba. Por años y a la fecha muchas más no buscan mi plática, solo al cuerpo que ven. Y aun en clases me ven con hastió cada que hablaré… mis amigos dicen que no se escuchar y deben tener razones para decírmelo y debo confesarlo. Debo aprender a guardar silencio, no porque mi voz no valga, porque no tenga nada que decir, sino porque no siempre se esta en la disposición y capacidad de escuchar el torrente de cosas que fluira de mis labios.

Pero ser sin rostro, tú sabes qué puedo hacerlo y no hablar, solo observar. Que entiendo el sentido del tacto, de la vista, del gusto, olfato y oído… que por guardar silencio es que he escuchado a la naturaleza cantando, que he descubierto cosas de mi cabeza, que me he conocido más y eh sentido cosas que los demás parecen no poder percibir. Que en el silencio es como escribo, como estudio, como pinto, como esculpo, como pienso y medito… yo se guardar silencio y es en él donde escucho más cosas…. Pero es verdad que quisiera poder escuchar las voces de mis amigos, poder tocarlos, percibirlos, compartir el mismo espacio tiempo.

Comencé a plasmar con más fuerza, necesidad y ahínco cuando no quise que todo lo que pienso o siento se quede en mi memoria o que muera en lo que no recuerdo, siendo así lo cincele en la palabra escrita que es algo más duradera.

Muchos de mis amigos y los llamo asi porque se lo han ganado con su trato… no he tenido oportunidad de escucharlos, mucho menos de verlos en persona. Erik Valdez, el buen Taisler, Shane, Martin… con ellos descubrí que el silencio y las letras dicen mucho cuando se comparten. A muchos otros comencé a conocerlos, tratarlos, tomarles afecto y llamarlos amigo sin escucharlos o directamente, compartiendo las letras, pero compartiendo tiempo.

También es verdad que a muchos otros no suelo escucharlos y se de ellos leyendo lo que ponen en redes sociales o conversado electrónicamente con ellos. De algunos no recuerdo la voz ya a estas alturas. Pero es lo que tengo, muchas veces el único contacto que existe.

El silencio y la soledad de pronto pueden ser dos espadas muy filosas, aun sabiendo usarlas. Pero Mio caro Dio, a ti que solo en silencio puedo escucharte, que esto no me pese, que mi silencioso canto apague los gritos de necesidad y los convierta en frases de amor para con los demás. Soy feliz con lo que tengo, pero esta ese algo que quiere eso de lo que se ha privado tanto… compañía constante, un amigo, un cómplice, alguien que quiera compartir su tiempo, espacio y voz conmigo.

Permíteme escucharte amigo mío, si mi Dios y la naturaleza me hablan, ¿tu porque guardas silencio?

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