jueves, 26 de julio de 2012
Me salvas del pedestal..
Ven amor, salvame de esta jaula dorada que me tiene condenado a la soledad. Libérame de mis votos y permíteme salir de la custodia del fuego. Destruye el pedestal autoconstruido, autopermitido o labrado por otras manos. Quiero que me lleves a recorrer el mundo tomado de tu mano, pero que mis pies puedan sentir la textura de la tierra y la hierba. Dale vida a mi parte humana y sensible. A la que nace cuando me estrechas en tus brazos.
Cuando me coloco junto a tí todo es diferente. Ya no son personas que dicen quererme o antenderme, que lanzan elogios y que estan ahí cuando las busco y lo agradezco, pero que quisiera más cerca cuando los momentos son buenos, No hay inciensos, no hay alabanzas, no hay encargos, ni diplomas, ni recomendaciones, no hay cumplidos bidireccionales, el cisne baja del pedestal y se coloca junto de tí.
No hay retórica, ni poesía, ni hay artes, ni luces, ni libros, ni nada de eso... sólo tú y yo. Tus ojos sobre de mi, tu cabeza recostada en la mia, tú inclinandote para besar mi cabello. No hay palabras intelectuales, artísticas, no hay nada de ese mundo que me alaba pero esta lejos, s´ñolo tus manos entrelazadas con las mías. No hay nada de eso que me atrapa en una jaula de cristal y oro, solo la libertad de unas manos que me ofrecen sólo eso: su calor y su sabor, y que con eso me hacen feliz. Tus ojos sobre los mios.
Me siento al mismo tiempo tan fuera de lugar, tan raro, aún cuando realmente lo único de lo que salgo es de una burbuja y me doy cuenta de mis vendas en los ojos, tus ojos derriten lo que me ciega cuando me ves. Tus labios me dan fuerza cuando ya no aguanto, me regalan el agua que me consuela. Me sostienes mi mano al temblar y me animas a sguir pintando, orando, creyendo. Me ves como algo mágico, pero aún así eres tan dulce conmigo, me liberas del aura y me permites ser un simple humano al que no le importa nada de este mundo porque conoce el amor.
No el Divino, materno, filial y fraternal, no el que brota del pecho tampoco. El que se recibe del calor de u abrazo mientras un beso se funde, de su lengua tibia y cálida regálandome un poco de su aliento. Su tiempo que no volverá y me lo obsequia. Su sencillez, honestidad y cariño. Su brazo perenne sobre mis hombros dandome calor. Su mano que busca mis dedos, esa magnífica risa que me contagia, su voz... tantos "te quiero" que borran cual suave balsamo los recuerdos de silencio. Ya soy tna feliz de tenerte, de saber que es a lo que tanto le cante. A lo que tanto espere y soñe. No eres lo que soñe, pero eres lo que nunca imagine conmigo. Te quiero mi Dulce Carnero.... podría decir tu nombre, tú no me ocultas al mundo, pero ese es mi secreto y el de quiza algunos pocos amigos. Mi dulce secreto.
Un ser humano que quiere y es querido, Amor, te permito estallar en mi pecho, quema y arrasa lo que quede, las ruinas, las cruces, lápidas y banderas.... quémalo y que las cenizas creen tierra fértil para un nuevo jardín. No soy CYGNO, ni Cygtier, ni el Cisne... solo Juan. Juan siendo abrazado y sintiendo un enorme calor y consuelo de poder sacar todo de reir, de llorar, de tanto y siempre sus brazos... y un "te quiero"
No eres lo que soñe.... pero cada día te quiero más.
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