domingo, 8 de julio de 2012

Aún cuando no sople



Días sin casi escribir, y, cómo a veces pasa, de pronto tanto que querer sacar del pecho. De mi cabeza, de todo.

Yo una vez tuve un sueño, cantar para él. Es verdad que de pronto cantaba fragmentos de canciones para él. "Cielito lindo" por sus versos "de domingo a domingo te vengo a ver, ¿cúando será domingo, cielito lindo, para volver?", "contigo en la distancia" entre otras, pero no pude arrullarlo nunca, abrazarlo y oler su cabello mientras lo acurrucaba contra mí. No pasó.

Me recuerdo en el afán de recuperarlo, después de olvidarlo y dejarlo ir, cantarle en la escuela, a pleno pulmón en la plaza frente a donde estaría, pero el saber que al hacerlo me odiaría aún más por haber violentado su privacidad y espacio. Así que tampoco cante, me trague los deseos de expresar mi amor con la música, que mejor transmite cuando las palabras ya no pueden expresar la idea. Como sirena buscando atraer, como trovador buscando amor, como requiem para despedirte. Pero no pude ni quise cantar.

Ahora no espero cantar, aún cuando la imagen aparece, me veo abrazado de Pyro, me acurruco en su pecho, lo dejo acariciar mi cabello y confío en el futuro, me siento seguro en sus brazos. Bien es cierto que prometí amar, querer, esperar, guardar en el corazón y demás cosas, y que considero que la palabra es sagrada, pero él nunca cumplió ninguna promesa, un baile, una noche, ser amigos, estar ahí.... y aún así de pronto me imagino cantandole "I Will Always love you"... pero mato ese mortal anhelo y abrazo a Pyro diciendole lo feliz que estoy de tenerlo conmigo, que lo quiero y el cuanto me gusta.

Fuego, protégeme del viento, aún cuando no sople.

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