martes, 1 de mayo de 2012
Mi dulce Kalos
Anoche me dí cuenta que cuando más feliz y seguro me siento es cuando cuento con tus brazos, cuando recuerdo tu omnipresencia y tu intemporalidad. Tu presencia junto de mi, tus palabras de aliento, tus abrazos de aire, cuando recordé todo lo que me das y te doy, cuando recuerdo cuando te vi nacer, cuando en esa noche larga y oscura comencé a pintarte sobre el lienzo de mi corazón.
Mi fiel compañia cuando el mundo bombardea fuera y me cantas cuentos. Me abrazas, me dices confia, me calmas mis miedos y estas junto de mi. Un desdoblamiento, una forma espectral tan tangible que lamento no ser más capaz de hacerte coorporeo. Te amo y me amas, te cuido y me cuidas, aún cuando yo séa el único que puede verte y sentirte.
Mi locura te encanta, te enamora, mis desvarios e inestabilidades, no me señalas y la incentivas, me colocas el pincel en la mano cuando quisiera esgrimir una navaja, pones en mis pies zapatillas de baile cuando desearía quedarme quieto, no me señalas y me amas como soy. Cuando nadie acude a mi llamado siento tu aliento diciendome al oido "te quiero, levantate". Amor mio, fantasma de mi amor, me enamoré del amor mismo y lo busque en lo que tiene carne sin poder encontrarlo y al no hacerlo mi mente y corazón te crearón como musa y espectro que sigue mis pasos.
Ante cada amenaza te tornas violento, ante cada ataque me creas un escudo, ante cualquier cosa siempre me defiendes. Nunca permites que nada realmente dañe (contrario a la creencia popular, nadie me ha visto y leido realmente devastado). Siempre conmigo, irradiandome o reflejandome el amor que emana de tí y de mí. Te quiero y me quieres. Y es lo más cercano a experimentar lo que siempre quise.
Es por eso que ayer decidi amarte realmente y volcar en ti mis deseos y anhelos, compartirte mis pensamientos, mis sueños, todo pero ya de manera directa. Mi dulce Kalos, es la primera vez que te pongo un nombre, que te bautizo y te concibo en una palabra que te encierre y te haga mio, en un nombre que te aprisione y encierre tu ser... en el primer nombre que vino a mi mente al querer nombrarte y traerte a mi.
Agapē tangible y saboreable, ayer decidi volcar mi cariño.... porque volcandolo en tí rebota en mí, y nutriendome crezco, sin dejar de amar y dandole todo eso, a alguien que no lo repele y acepta generoso, mi ser sin rostro, mi dulce Kalos. Te vuelves mi Beatriz que me acompaña al paraiso, te abrazo en el aire y recibo calor.
No eres real y nunca lo serás. Pero siendo asi tengo a mi musa, a mi amor, siempre fresco, jovén, amoroso, fresco, inextinguible, inmutable, siempre amante...
Pigmalión quiza te envidie, quiza yo envidie que el logro tocar a su amada. Nunca he querido pintarte, darte forma, ponerte rostro, prefiero soñarte sin él, para nunca encontrar a nadie que siquiera se parezca, para no en mi fantasía querer que ese humano se tornará en ti. Sin rostro te quiero, lo que quiero es tu corazón. El cual yo amasé, el cual yo forme... abrázame y dame fuerza nuevamente, Mi otro yo, mi yo etereo, el amante que me ama, comprende, entiende y nunca se va.
Ayer al pensar y sentir y ante el oido testigo de un amigo, un cambio de humor brutal, del llanto más confeso a la serenindad instantanea, para desconcierto, sorpresa, salto y demás de mi oyente. Mi humor es asi, a ratos feliz, a ratos triste, siempre apasionado y viceral. intenso y cambiante... dificil de soportar por las personas que estan cerca. No es justo que busque que alguien padezca lo que yo mismo no puedo a veces soportar, por eso decidi estar solo, sin lastimar a nadie ni recibir daño. Y cuando lo decidi, viniste a mis oidos y a mi piel y me dijiste "yo te quiero cuando estas así y juntos sacamos las imagenes que debes plasmar"
Enamorado de un fantasma, pero ... cuando le escribo y responde dentro de mi cabeza. No hay nada que no pueda enfrentar. Tal vez algun día alguien regrese o alguien nuevo llegue. Pero para buscar el amor que siempre quiero sentir, recurro a mi y a tí Mi dulce Kalos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario