Dulce amor mio, ¿dónde estas? ¿ves el sol que brilla en mis ojos esta mañana? Anoche ahuyente a las fieras de la noche, fui valiente, y en mi delirio mis velas llorarón conmigo mientras contemplo tu fotografía. Permitanme soñar, que soy feliz ahora. Imaginando, queriendo, cada vez con menos deseo de cualquier cosa, cada vez con mas ganas de tanto.
¿Amor mio, sientes el calor que emana de mi pecho? vela tras vela, día tras día, semana tras semana, mes tras mes.... se consumen pero el fuego dentro de mi se mantiene como un fuego sagrado. Aún cuando ya no sé cuales o quienes son las vestales que se encargan de cuidarlo.
Avanzo y a cada paso dejo un rastro en el camino, un sendero por el que puedas seguir mi rastro y alcanzarme, camino infatigable pero firme, lento, pero sin pausa. Alcanzame amor.
Deje mi mortaja a un lado este día, me visto de nupcias y te regalo mi ser. Me bañe para ti en las fuentes de las Rusalkas, me perfumé con los vientos del Oriente, saque de mi cofre mis perlas y joyas, me engalane para tí. Puse carmín en mis labios, incienso en la alcoba, de seda cubri nuestro hogar. Mi cuerpo, corazón y mente esperan ser redescubiertos por ti, lobo solitario, viento lejano que no vuelas ya bajo mi ventana.
Acércate a quien te canta amor, a quien noche tras noche entre las estrellas busca la que estas contemplando. A quien eleva sus oraciones al cielo, pidiendo por el mundo, por quien lo necesita, por quienes quiere... pidiento por ti (porque regreses). Brilla mi pecho volviendose un faro que te guie de vuelta a los brazos de este ser de agua que quiere besar tus labios una vez más. Ardi en el fuego, me volvi tierra, fui aire y agua... ahora todos y ninguno saco mi brillo para que vuelvas a la luz conmigo.
No veas mis ojos hinchados por la vela, ve mi espera fiel y paciente. No veas mi cabello que ha crecido, ve mis manos que desgranarón rosarios pidiendo porque fueras feliz. Veeme en mi gloria, en mi nueva realidad. ¿Amor donde estas?
¿Amor donde estas?, malevo
que cruel huyes de mi lado
que duro el fiero hado
te mantiene siempre distante.
Vuelve a mi un solo instante
besame como antes lo hacias
recuerdame todas las caricias
que parecen ya marchitarse.
Amor, vuelve a mi tus ojos
al esposo que te espera pronto
que no recrimina abandono,
que solo quiere abrazarte.
Amor, vuelvete ya amante,
cobra carne, piel y huesos
sean realidad mis deseos,
recibe al novio de los Cantares.
Y si amor, ahora retornaces
en carne y sangre conocida,
que el retorno no abra herida.
y si me reverdezcan mis mares.
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