Pax

No se mucho, al mismo tiempo, tengo tantas respuestas, al menos muchas que darme, mucho para describirme. Y aún así en momentos cómo este, no mucha idea de como continuar escribiendo, tal vez al irme dejando llevar vaya sabiendo que diré y el porqué.

Hay tantos motivos por los que me he sentado aquí a redactar. El miedo, la soledad, la desesperación, la angustia... pero tambien la alegria, la rabia, la sensación de ligereza, el amor, el deseo, el simple deseo de sentarme y ver como al escribirlos mis pensamientos cobran forma en las palabras.

Realmente estos días han sido de una tranquilidad y extrañeza nueva. Veo muchas cosas de mí que antes no veía, o que no quería ver. Mi tendencia al drama, al chantaje, al autoflajelo. Mi pereza y negligencía en la escuela, mi falta de sentido y dirección en muchas decisiones, realmente ahora no se que haré.

¿Me veo dando clases realmente? ¿ilustrando? ¿trabajando para alguien o montando yo mi despacho? Realmente no veo ni vislumbro nada. No anhelo nada ahora. Creo que eso es de elogiarse aunque me siento extraño.

No busco el amor porque lo tengo cada vez me voy conociendo más y a mi Céfiro lo quiero mucho y sé que él me quiere a mi también, el conocimiento tampoco porque lo voy obteniendo lentamente (aunque para mi gusto y debo reconocer parte de mi ego menos ágilmente, ráìdamente y variadamente cómo quisiera), el exito se da sólo con el tiempo y el trabajo. Y en cuanto a otras relaciones interpersonales me siento tranquilo, profesionalmente voy avanzando a buen paso y pictóricamente también mi estílo se va desarrollando a un paso y calidad creo yo que buena.

No obstante de pronto todo es nuevo. El tomar conciencia de mi mismo, de mis deseos, de lo que busco y quiero y llevarlos a la práctica. El esforzarme y no darme tregua a los caprichos ni "niñerias" pero también tratando de no volverme inflexible conmigo.

Ando ante la incertidumbre de que quiero realmente, cómo lo quiero, qué disfruto y de qué manera lo hago. Cuáles son gustos y necesidades reales y cúales cree en el Juan José que tejí macabra, ingenua y debo decir constante y dulcemente. Quiero afrontarme, pero realmente no sé por dónde iniciar, y muchas veces tampoco un para que real.

Deje de olvidar o ignorar las cosas y encararlas, en realidad siempre lo he hecho pero ahora no permito que se claven, adhieran y me tomen desprevenido. Estoy dejando de depender de la busqueda y atención de los demás y a darme mi espacio, mi respeto, dignidad y amor sin descuidar a los demás. Sí siempre me la pasará pensando en lo que no tengo, en lo que no recibo y en las cosas que no son cómo yo quisiera nunca aún teniendolas dsfrutaría lo que ya tengo y la hermosa y terrible probabilidad de poseer o alcanzar.

Requiere un gran esfuerzo y no bajar la guardía. Tantas veces en el pasado me dije que "yo no espero cosas" cuando el resultado y la angustia era por no recibirlas. Si en verdad no las esperaba o pedía ¿por qué me angustiaba la espera o carencia de ellas? lo primero fue aceptar eso, no satanizarlo y darme tiempo para sanar mis heridas y ver que carencias internas tenía para poder afrontarlas desde mi "Yo" y de ahi poderlo llevar a los demás. De igual manera fue el dejar de esperar dolosamente la atención, compañia y el abrazo y de quererlos pedirselos o procurar a quienes sé que generosamente los brindarían. Listo, mejor relación con mis amigos, menos ansías de mi parte, deseo solventado y mejor comunicación. Muchas veces las personas aun viendote de cara larga no se acercarán, y varias veces es porque aunque te pregunten que sientes y des los sintomas no sabes dar las causas y no saben cómo o de que manera ayudarte.

Sigo sin sentir mucho, ¿esta es la paz? he disfrutado muy buenas conversaciones, clases, lecturas, música, compañia, entrenamientos, detalles etc. Los disfruto, pero el no tener ansias de que se repita prontamente (salvo con mi Céfiro y aún asi la espera y distancia no es tortuosa ni lacerante, es calma y esperanzada, porque sabiendo que no esta lo siento, sabiendo que esta lejos se que me quiere y ko quiero lejando y teniendolo cerca la distancia no existe entonces al dejarlo y aun extrañarlo, sigo sintiéndolo conmigo) me es algo netamente nuevo.

Paz que tanto te busque, espero si esta eres, disfrutarte y abrazarte nuevamente. Si estoy en el ojo d eun huracán y por eso no siento el impulso, finalmente no importa, creo que más importante que evitar el mal tiempo, o de aguantar los golpes del mismo es aprender, en este caso, a bailar bajo la lluvia y dejarte llevar.

Pax