miércoles, 28 de septiembre de 2011

Te extraño sin extrañarte



Te extraño. Así empiezo, no obstante, no me siento lloroso solo anhelante. En mi mente tu imagen se queda fija, en mis ojos, en mi piel, en mi corazón.

No eres un fantasma al que añoro tocar, no eres un ser lejando al que busco, eres alguien a quien quiero y que sé que nuestras actividades diarias nos mantienen alejados, a la par de la distancia (aunque esta última nunca ha sido determinante) te extraño, pero haciendolo te siento tan cerca de mi, que puedo cobijarme e imaginar en mi sabana tu mano recorriendo mi cuerpo.

Tu mente y la mía empatan, tu cuerpo y el mio se buscan, tus labios seducen los mios y mi mente en cada palabra que dices. Te extraño Céfiro Mio. La imagen vivida de mi amado me lo da en cada momento en que lo recuerdo, en cada instante que lo traigo conmigo, que sonrio al leerlo, al saber de él, al pensar en lo que hemos hecho y en esperar paciente a que nuestro próximo encuentro se realice.

Hay tanto que quisiea escribir, pero también no creo que sea necesario habiendo ya puesto lo que he redactado. Amo a mi Céfiro, no al fantasma que paliaba mis noches, amo al ser por el cual detonó la imagen de mi mismo frente a mis ojos y gracias la cual voy encontrando un nuevo camino y la paz y tranquilidad que busque. Céfiro mio, vuela esta noche bajo mi ventana, la cual dejaré abierta para que mis sueños perfumen tu llegada y para que pueda así volar también yo junto a tu lecho y depositar un beso en los labios que ansío tanto probar.

Te extraño sin extrañarte. Te anhelo aun teniendote cerca. Te quiero amor mio.

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