sábado, 10 de septiembre de 2011

En esta noche que te extraño...



Caro mio, se que estas del otro lado de la red. Que me lees, que piensas en mi, que me saludaste... quedate conmigo, bien dices que si te siento lejando es porque así lo deseo, es tan solo que quisiera poder también tenerte más cerca.

Ansio poder acariciar tu rostro, besar tus labios, decirte cuanto te quiero. ¡Te extraño tanto Céfiro mio! en esa distancia y añoranza construyo y avivo el hogar de mi pecho con recuerdos, con anhelos, pero en esa sacralización de los mismos no quiero que ardan todos. Aún con el frio no quemo todo y me abrazo a lo que tengo contigo.

Me resisto a buscar el calor en otro lado, a saciar mi sed en otra fuente. Amor mio... será dificil tenerte tan lejos físicamente, para mi mismo es complicado no buscarte, no ir por ti a tu trabajo, no llamarte, no mandarte mensajes, no llamarte,... no quiero ostigarte ni que te canses de mi. Deseo darte tu espacio, aunque ese espacio me cause el frio de no poder sentirte más cerca.

Amor mio. mi pecho esta abierto y de él brota vino nuevo, bebe amor mio. Para tí es el fruto de mis rimas, la cosecha de mis anhelos, el resultado de mis sueños tejitos amorosamente mientras recito tu nombre. Amor, ¡te extraño tanto! ven conmigo.

Busco al céfiro porque es a quien amo, no busco algo más sencillo, más fácil, más cómodo... busco los labios y brazos de a quien amo y a quien me quiere, solo ahí quiero reposar. Sólo de él deseo las caricias, los besos, el deseo, la pasión, la ternura, sólo a él deseo regalarle mis horas y el fruto de mi amor.

Se que me extrañas, pero me es tan dificil muchas veces ver el avance del reloj sin preguntarme si es que piensas en mi, disculpa por ello, puedo parecer obsesivo, necesitado y dependiente... abrazame muy fuerte la proxima vez que nos veamos. No es eso, es sólo que quisiera sentir tu pecho arder. Bien sé que cada uno se consume de manera diferente, diversa y a veces antagónica a la del otro, pero amor, mi corazón no quiere razones esta vez, quiere sentirte llanamente.

Quiero memorizar tu aroma, de tu piel lo sueva, las cicatrices, las heridas, quiero recordarte como un mapa... cada linea me conducirá a un destino diferente. Dejame memorizar el sabor de tus labios para compensar la sed de besos que me ahoga en los dias que nos separan. Dejame memorizarte con las manos por si mis ojos enfermos no alcanzan a captarlo todo.

Céfiro mio, atraviesa la noche, ven y duerme conmigo. Ansío una noche junto de tí. Abrazame mio Caro. El Cisne reposa en tí tranquílamente. El agua de mis mares se atormenta, se mueve, agíta y estremece de pronto al escuchaete, al verte; pero inmediatamente mi corazón me grita cuanto te quiero y lo valioso que eres para mi.

Toma mi mano. Trato de ser más paciente, le pido al cielo calma para aguardarte como Panélope, sin desesperarme, pacientemente y sin perder el calor de mi amor por tí. Le digo a mis labios que no tengan sed, a mi cuerpo que no ansie caricias, que no espere abrazos, que no espere nada... que solo aguarde plácidamente hasta qyue tú regreses. Ahogo mis deseos para no torturarme en la lejanía- Caro Mio, dame la felicidad de ver tus velas asomandose en el horizonte.

Sin nada mas que decir, solo me resta cerrar diciendo que comienzo a extrañarte en el instante mismo en que se que nos debemos de despedir. Aguardarte amor mio. Una vez a la semana parece que será lo que te vea. Tal vez un tiempo, quiza cuatro años. Que tu amor me cobije, y en mi locura me atrevo a pedirte... amor comunicate conmigo más alla de la red.

Las cálidas palabras en las cuales tanto me refugio son maravillosas, creadoras, bellas y granes, en su alcance potentes como deidad antigua, pero quiero poder sentirte.

Céfiro mio, vuela esta noche conmigo, y disculpa la angustia, anhelo y peticiones de un alma enamorada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario