martes, 27 de septiembre de 2011

Pienso y pienso, siento y siento.



Me siento por fin a redactar, después de que muchas cosas hayan pasado por mi cabeza y las haya hecho callar y aguardar a que pudiera plasmarlas, no me agrada que mis devenires y pensamientos caigan en el olvido o en la vaga y tracionera memoria de quien escribe.

Partiré de una frase que me ha asaltado mucho últimamente. ¿Y si todo lo que creo esta mal? bueno, partamos de ello. Todo conocimiento se cimenta en el entorno y en la apropiación del mismo que cada individuo tenga, por ende aun en situacione iguales o analogas yo soy yo y no otra persona en iguales circunstancias.

Mi saber, pensar, sentir y demás ha estado influido por muchas cosas... algunos me llaman barroco y que pertenezco en forma de pensar y lenguaje a tendencias añejas por no decir acrónicas. No obstante y en mi defensa podría decir que no los conozco de primera ni de segunda fuente. No suelo leer mucho a decir verdad, al menos no lo hacía hasta hace unos pocos años, y aun dentro de este marco argumentativo no suelen ser cosas netamente filosóficas o similares. Aunque, se puede filosofar partiendo de cualquier cosa en realidad.

De unos días o semanas para aca, comienzó a cuestionarme y a sistemáticamente "atacar", cuestionar o al menos poner en balanza o tela de juicio lo que creo y en lo que se cimenta mucho de lo que creo y vivo. Siendo así los golpes son dados directamente a lo que forma parte de mi ser. Veo de esa forma cuales resisten por mérito propio y cuales otros sólo erán sostenidos por el valor afectivo o la profunda raiz que tenían en si mismos.

Me veo ante la inmensidad desnudo, no obstante en esa desnudez me siento más protegido que nunca al ver realmente en lo sublime y lo aterrador del vacio mi rostro encarandolo. Reconozco mis derrotas e incapacidad de muchas cosas, sin embargo siempre me he empeñado en tratar de comprender las cosas. Entenderlas en medida de lo posible y apropiarmelas de esa forma.

Destruir todo no creo que tendría caso, sería igual de riesgoso partir de cero que tratar de redimir o re-estructurar lo que ya esta construido. Parto de lo que sé o creo saber y de ahí hacía afuera comienzo a ver que sirve, que merece realmente permanencia y que debe ser desechado.

No me esmero en defender el parnaso que me cobijaba, de igual manera no trato de destruirlo. Me siento de pronto y a la par jalado por dos fuerzas, una que me pide elevarme y otra que me dice que toque fondo. En dicho proceso siento a mi alma precipitarse en un enorme vacio, en el cual en la prolongada caida tengo la ilusion de volar. No obstante ayudado por lo mismo, mis alas se afirman al aire y por vez primera tratan de volar bajo su propia fuerza de impulso, cayendome me elevo, sólo espero elevar el vuelo antes de estrellarme contra el piso.

Construyo ideas obstusas y extrañas, heréticas y amorfas aun dentro de mi cabeza. Creo castillos de hierro de apariencia de azucar solidificada, mezclada con la sal que tantas veces se le confunde.

No conozco mucho de nada, mi abarque y alcance filosófico o de al menos ideas y pensamientos esta limitado en realidad a fuentes indirectas, tanto tiempo pense que mi mente y lo que ya conocia serviriía para conocerlo, a decir verdad me enorgullezco de que mucho de mi pensamiento consciente se haya creado por mi cabilación propia y verlo despues coincidir o al menos poder defenderse de posiciones que llego a conocer.

Le temo a mi cuerpo, a mi mente, a mi alma... les tengo una reverencia y un temor sagrado. Siento en el pecho una fuerza contenida, oprimente y liberadora que no se a donde me llevara. Para no pensar pienso en otras cosas, para no ver mi corazón ni mente en turbulenta sinfonia estudio semiótica y lingüistíca, recurro a la poesia para diciendo no decir lo que siento y diciendolo sacarlo y verlo frente a mi para poder diseccionarlo.

Soy un ave con alas que no servian más alla de afianzarse cómo ave. Que ahora ante la inmensidad busca volar. Mis cisnes no estan y estan conmigo, No son ya fantasmas, son yo mismo. Mi ser sin rostro se evapora, lo veo en el rostro de mi Céfiro, lo veo tangíble en mi cara. Lo veo y lo siento. Mis fantasmas se adhirieron a mi cuerpo y en la simbiosis me hicieron temblar.

No busco nada, ni gloria ni triunfo, tal vez ni siquiera felicidad. Busco conocerme y tratar de endenter, el camino lo haré avanzando, siguiendo lo que creo que puedo alcanzar, y si aun así herro, solo espero poder seguir teniendo tantos caminos para recorrer y buscar.

¿Que pensar, en que creer? sólo veo al final mi desnuda alma ante el vacio sabiendo o queriendo saber, sintiendo o rememorando sentir (o netamente haciendolo?) que hay algo más alla que me mueve, al cual ahora solo puedo llamar Amor.

Reconstruyo mi mente sin saber que construyo, que tiro, que estaba ahi, que hacer con ello. Indagar, pensar, buscar, tal vez así recupere la paz que alguna vez tenia (bendita ignorancia quisiera decir) el placer, la alegria plena y pueda sentir mi pecho ya no encadenado.

Quito y quito lo que conozco y lo cual me edificaba o reprimia, me siento un apostada y hereje al sacar los velos de mi altar para verlos al sol y ver cuales eran reales y cuales solo eran sudarios. Juzgo, elimino, no perdono y no justifico, destruyo mis fes, mis ideas, mis conciencias e ideas. Algunas se resisten otras docil y seguramente se somenten al juicio. Al final quedo con un sabor de boca extraño de construir mi estructura, mi idea, tal vez y casi me atrevo a decir, mi religion y autoconciencia. Que Dios se apiade de mi.

Pienso y pienso, siento y siento. Y al final del día sólo quiero sentarme a escribir y poder conciliar el sueño

No hay comentarios:

Publicar un comentario