Oh, dulce Señor del Cielo,
en cuyo pecho me reclino,
y te pregunto porque vivo
en este vilo constante.
¿por qué será que durante
el tránsito que he sufrido,
consuelo me fue negado,
velo me fue tendido,
y ahora ya sosegado,
habiendo ido de frente,
me lo ponen nuevamente
a corta distancia mia,
sabiendo cuanto lastima
estar cerca y mantenerte lejos?,
que no vea que aun le quiero,
que no vea que ya me es ajeno,
que no vea que ya no importa
que no vea que sigue importando,
que nadie me vea llorando
que no me vea riendo.
De pronto no entiendo nada, queriendo saberlo todo,
de pronto me vuelvo lodo y siento toda la culpa,
a veces me siento un loto, que exhuda en si blancura,
luego veo la oscura, noche que sobre mi se cierne,
que viene y pronto se pierde, que llueve y me deja frio,
que en su negro cobijo, me trae los sueños lejanos,
de amores ya extirpados, de aquel que dejo una huella.
La herida que aún se sangra, que cicatriza y se borra,
pero que si vuelve la ola, deja a la vista la arena,
que muestra el sentir, la pena, de aquello que a veces siento,
de un ente que siento muerto, pero que a veces me habla,
un lejano fantasma, de un viento que ya se ha ido,
Hoy te tuve, esquivo, parado tan solo enfrente,
tus ojos me dan solo muerte, jamás parecen mirarme,
y no sé porque querer reflejarme, en aquella cienega verdosa,
otrora oasis de gloria, ahora pálido recuerdo.
¿Que hacer si todo acontece
y termina tan de pronto?,
si yo le ignoro mal obro,
(pues el pecho se traiciona )
si atención presto igual hago,
(los fantasmas me rememoran)
si niego que ahora duele
miento, más solo en parte,
si digo que solo hiere,
tampoco digo lo bueno,
si digo que no le pienso
me muerdo pronto la lengua,
la que al sangrar me recuerda
que solo fue un trago amargo.
("Hoy te vi viento lejano... y tú pareces jamás notarme.")
No sé de pronto que siento, pero sí que cosas pienso:
Oh mi señor del cielo, ¿por qué lo muestras ahora?
tantos días quise y ansie mirarlo, ahora lo veo y no puedo acercarme,
tantos días quise una esperanza, la noche se mostro en mi cara,
y dijo "verás sin decir palabra, a nadie puedes contarlo"
y ahora en despilfarro, siento, digo, hablo y pienso.
¿Por qué sentir algo extraño, por quien amor no merecía?
a quien no obstante por días, espere amorosamente,
¿por qué aún sentir algo? cuando él muestra no sentir nada,
ni recuerdo, ni agonia, ni gloria ni nada al tiempo,
muerto fui en un momento, de mi nada se recuerda.
A ti mi señor del cielo, te ruego siendo impalpable,
y te creo aún amable.... aún cuando duelen estos hierros
de ver de pronto en mis ojos, todo lo que he quemado,
todo lo que he dejado y resigne no tener nunca,
ahora lo pones frente, ahora no puedo tomarlo,
pero en tu juicio lejano, no quiero perder la fe...
de enteder y saber el porqué... el pecho aún se desgarra.
Y a mi dulce fuego, le amo y no pareciera creerme
mi lengua debo morderme para quedarme callado,
que no sepa si pienso en pasado, más sienta que vivo el presente,
que soy feliz al tenerle, que soy feliz al besarle
y que al sentir al viento distante, quisiera abrirme el pecho
y arrancar de su lecho, al muerto que vive y aún canta.
Que el pecho más se me inflama, cuando lo tengo conmigo,
a este mi amor cautivo que el corazón me desgrana,
que le quiero y me malsabe, teniedo aliento pensar en aire.
Les vivo y tanto les siento, los siento y tanto los quiero,
así es que viviendo muero, y sintiendo de pronto colapso,
más no permitas que en el ocaso, de pronto la Fe yo pierda,
que aún sin sendera cierta, y sin ver por donde piso,
en mis manos sienta tus hilos, que hacía un destino me guian..
Y dime Señor del cielo... que es esto que tanto siento,
porque es que tanto lo siento, que vivo mientras no vivo,
que muero mientras no muero
que a veces lloro sin quererlo,
pero que jamás te olvido.
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