martes, 11 de septiembre de 2012

Todavía



No debo llorar, no tengo tiempo de hacerlo, y si soy franco conmigo comienzo a dudar que tenga motivos para hacerlo. Todo esta bien, y así seguirá... y aún así el corazón se me agita "como una mosca prisionera" golpeandose contra de mi pecho mientras de pronto los ojos se me humedecen y buscan sacar las lágrimas que se aglomerán dentro.

No sé porqué aún me duele saber que no importo ya. En realidad puede ser que siempre es algo que me ha dolido, ver que las personas avanzan, se van, me olvidan, como si nada hubiera pasado y yo no puedo hacerlo (o no quiero quiza) por respeto al cariño que les tuve y congruencía con mi manera de pensar. No se porque me duele saber que doy lo mismo.

Me siento tan hipoócrita y estupido pensando en ello teniendo a mi dulce fuego junto de mí. Tú, ser maravilloso y encantador que me brindas tus labios, tus abrazos, tu compañia, que tiernamente velas mi sueño y me acurrucas contra de tu pecho mientras me dices que todo estará bien. Perdona mi flaqueza y torpeza de en esta noche sentirme titubieante y temeroso, dolido y cubierto de luto porque me enfrento a un fantasma que según veo nunca controlé ni erradique... el recuerdo de alguien.

La belleza es racional, la fealdad es viceral. Los buenos recuerdos se rememoran, los malos se sienten. Eh ahí el porque los miedos, traumas, angustias, sinsabores salen tan a flote cuando algo los recuerda, porque viven en el corazón de las pasiones humanas. Y esta noche tengo miedo, más no le pido a nadie que me escuche, consuele o algo.... nadie tiene porqué seguirme padeciendo.

Kalos, abrázame porque esta noche nadie bajo el arco del cielo debe saber que estoy llorando. Por sentirme tan torpe de pensar y llorar por quien no me quiere y a quien ya no le importo, y con ello al parecer burlarme del nuevo amor y faltarle al respeto. Perdonenme por seguir llorando, Juan, perdoname por seguir llorando. Pero es que en esta noche no puedo negar que todavia me duele.

No debo esperar nada, no debo sentir nada, me visto para la guerra con mis mejores galas, la mejor sonrisa, el garbo, el todo. Me visto de rojo para que la sangre no se note. No esperaré más al amigo que se fue sin despedirse como Abdalla, no aguardaré al amigo que no tiene tiempo, a aquel lejano que se fue sin despedirse, solo déjenme irme y morir en silencio, finalmente nadie se entera. Solo tú mi dulce fuego, mi amor, mi consuelo... perdoname por mostrarte a mi yo atribulado que no sabe a donde dirigirse, y que como niño temeroso busca ver si llorando el corazón se ablanda y las cosas se arreglan. Aun sabiendo que eso no pasará. El corazón humano es muy duro y no suele saber perdonar, olvidar, dar otra oportunidad.

Te quiero tanto dulce Carnero... te temo tanto, viento lejano.

Mañana es el gran día y no hay marcha atras... pero todavía

creo
siento
pienso
vivo
deseo
quisiera
tengo
peleo
avanzo
sigo
dejo
vivo
muero

todavía avanzo sin pensar en el que pasará... solo procurando no quedarme quieto.

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