Requiem Mime Saint Seiya
Yo que viví de amor,
que a diario ambrosía bebía,
que cantaba y sonreía
a cada nuevo latido.
He de oir cual reclamos opiniones diverversas,a veces tan inconexas a las que encuentran orden. Espere cual Dido, ame como tantos, fui tanto por las noches en las que simplemente me perdía soñando. Me bebí venenos, senti las pasiones humanas, las llevé a un goce estético y en ellas me fundí.
Ahora un corazón que ha vivivo de tanto, de todo, de nada. Ahora que se siente acrisolado cual diamante en profunda caverna, es que veo lo que he vivido, aprendido, y realizado. Y me sorprenden tantas cosas.Tantos años han pasado desde que tantos se fueron, de tantas despedidas, de hechos no consumados, incluyendo besos furtivos, calor y abrazos. Y aprendí a volar.
Caí en picada tantas veces, me enfangue, lloré sobre las aguas de mis penas y en ellas trate de ahogarme, más siendo mi propia sangre esto me fue imposible. Y vi el abisal fondo de emociones, sentire y corazones, entendiendo menos entendía, razonando quiza dubitaba, pero sintiendo el horno crecía y crecía.
Yo que vivo de amor... que por la calma que vivo me llaman poco menos que productivo. Pero, acaso no entiende el humano pensamiento, que a veces, cuando uno deja de correr, se sienta y observa, puede contemplar el panorama de su vida, su encaje en el mundo, su relacion entre todo y con cada cosa y acto, verse inmenso cual universo y saberse pequeño como un punto. Y ser feliz por poder ser.
Muchas de mis razones quizas no sean validas o entendibles, pero me siento mejor así. Al menos en paz, en esa paz que no se sabe cuando se soltará la tormenta, pero esta vez sabiendo que cuando ello ocurra, la nave es fuerte, se timonear y más que nada no perderme en mis propias aguas,
Yo que viví de amor y decidí vivirlo como si no hubiese sido lastimado antes ni conociera el dolor. Que mantuvoe las llamas encendidas no por apego, sino porque el cariño asi fue, asi se mantuvo y me permite -a veces- esbozar sonrisas al recordar tantos momentos fugaces, entre estrellas perdidas, entre humanos despiertos, entre ángeles escondidos y demonios de profundo averno... y ese sabor agridulce, calido y frio, penetra en mi corazón e intoxica de nuevo con el sentir, como si acabase de suceder, y entonces todo ese conocimiento se torna en fuerza, en una manera de liberar lo que yace dentro... y seguir acrisolando.
Siento y sospecho, que aún faltan los golpes del yunque y cortes del joyero. Y tiemblo más ahora, más que con incertidumbre o temor, puedo aún con ellos, avanzar en una sosegada calma de que todo avanza y debo seguir sin oponerme a lo que se presente.
Y vuelvo a escribir... lo cual aunque tantas veces quiero o se me ocurre, no realizo como desearia, Quiza hay cosas que es mejor no decirselas a nadie, ni siquiera a uno mismo al escribir.
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