Quiero mi voz se ilumine,
se alce cual ave al viento,
que alabe cuanto existe
que no tenga turbamento.
Quiero cantar ya libre
resuene mi voz cual trueno,
rompansé los cristales,
críticos quédense yertos,
mi voz sea cálido encanto
mi voz sea bálsamo blanco
de cera de abeja ignea,
mezclado con la azucena,
el nardo y la madreselva,
unas gotitas de ambar
una pizca de sal buena
albahaca jamás te falte,
romero, salvia y azahares,
naranjo para la risa,
ajenjo para los males,
nardo para las penas,
pétalos de margarita,
un poco de cempasuchitl
y una flor de manita.
A la luz de las velas
debajo de luna nueva,
lo que yacia encerrado
de pronto ya se libera.
Las voces del pasado,
-propias como ajenas-
en tropel se reunen,
en estampida parten,
y vienen ahora a formarse
frente de mi garganta,
que ahora cual fuente canta
que ahora con voz ahoga,
mitigala sed y aflora
en ella caudal de sentires.
Se postraran los emires,
reyes, principes, el poderoso
caera rendido al primo esbozo
de mi voz que ya canta,
que jamás fatiga, que jamás decanta,
que es siempre precisa
que es brillo de águila,
un laser que corta,
armiño que acaricia,
miel que endulza las cosas
o agria miel que escalda.
Acrisol de sonidos,
sinfonia de armónicos,
que siguen siendo hipnóticos,
como cuando se fue sirena,
mi voz que ya resuena,
aún sin llegar a escucharse,
pues aúnque perdiera la lengua,
pues aunque de habla se me privace,
mi voz siga cantando,
haciendo vibrar timbales,
que al final de mi nota
se alejen todos los males
ante el grito de guerra
de este sonoro sable.
A todos a quienes cantan,
al grillo y a la estrella,
al ruiseños a candelas,
a gotas de lluvia
esporas que saltan.
A flor que bien naces,
a buho que ya hipnotiza,
al gallo siempre altivo,
al pavoreal elegante,
al cenzontle cambiante,
al canario cantante
al ruiseñor y la rosa,
al cucu y a la paloma,
a toda ave canora,
a todo ser que ya cante,
les pido su bendición
mi voz con ustedes cante.
Mi voz parta los cielos,
las dimensiones traspase,
cual trueno ya se resuene,
su corte sea cual laser,
más suave ya acaricie,
mas pronta ya enamore,
plna de armónicos y colores,
de matices y fortalezas,
que no conozcas derrotas,
sin importar los villanos
que frente a ti se planten,
que quierar jugar a dados,
La gloria del bel canto,
heredero de Callas,
aunque es a María
a quien yo me postro en aras.
Reuene mi voz y sea
yo feliz en cada canto,
que siendo feliz se vive,
y asi se muere cantando.
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