Maxim Vengerov - Meditación de Thaïs
El corazón esta noche es una llama que crepita, sube y baja, se consume casi y vuelve a brillar. Mi corazón lleva guardando en días las cosas qe le aquejan, hablandolas con unas cuantas personas, hablando conmigo, y es momento ya de sacarlo y darle forma antes de ir a dormir.
Debo reconocer que estoy ansioso, no sé en realidad la razón. Después de todo, el cielo es testigo de que nunca actue de mala fe. Ni quise dañar a nadie o causar incomodidad. Nevamente me disculpo ante la creación y el cielo por el mal que pude haber obrado sin darme cuenta, pidiendo de este tránsito el mejor resultado, para mayor gloria de Dios.
No debo tener miedo, y sin embargo lo tengo, miedo a lastimar, no tanto a ser herido. Mi refugio es el sagrario, mi consuelo unos brazos que como decía Juan XXIII llevan dos mil años abiertos, y ahi me consuelo. Espero que todo salga bien. Serán meses en los que espero que la misericordia y la dulce Mamá guien mis palabras, mis actos, mis actitudes y reacciones. Lo mejor de todo para todos, que toda la creación sea libre y feliz.
Quiza después cuente más detalles. Por ahora a dormir, mañana el cielo me pondrá de frente nevamente con el viento que se fue, será nn Céfiro quiza algún día, por ahora me enfrento a Boreas, con algo de incertidumbre, pero confiandole al cielo, que esta como testigo, de cuanto cariño tuve y qe nnca fue, ha sido o será mi intención dañar o causar molestías, aunque de prnto en mi camino parece que es algo que llevo a donde voy.
Miserere nobis, pero "todo estará bien" como se le dijo a Juliana de Norwich, aún cando no veamos el cómo eso podrá ser posible.
En ti confio.
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