Enya - Amarantine
Déjenme que cante como loco,
que en sombras me pierda
que de la luz negra
resurja más brillante.
Déjame amor mío, déjame que cante
que por una noche, me sienta ligera
me pierda en mi alma, a ratos me vuelva,
déjame esta noche, déjame que cante.
Permité que sea: noche del estío,
brisa de verano, caricia del frio,
déjame que vuele, déjame embriagarme
ser el hada loca, que tanto bailaba.
De amor y alegría, hada narcotizada,
en polvo te vuelves al bailar tus valses,
que pierdes el tiempo, que bailas en aires
ya libre del mundo, el alma se libera.
Déjenme que cante, que descalzo ande
que la suave tierra mis plantas afirme,
que todos mis poros sientan esa tierra,
que todo se acerque, que todo se yerga
que lo sienta todo, que nada ya duela,
que ni sufrimiento o pena pasajera,
oscurezca el sueño del Cisne que avanza
que canta y que ríe, que vive y que danza,
al compás del tiempo, viendo lo que pasa,
que jamás se nuble, su andar ni su danza,
su candor ligero, su alma tan blanca,
de amores que el tiempo han atravesado,
de sueños que tejo, que riego y que amo,
se teja mi celda, que pronto me libere,
pues preso en Dios mio... me siento ligero.
Permite que baile, concede que dance, déjame que ria... que viva y que cante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario