viernes, 22 de julio de 2011

Cautivo



Espejo, mienteme esta noche.

Muestrame no lo que veo, sino lo que soy. Despojame de la imagen que tengo de mi mismo y muestrame la que proyecto. Al parecer no busco un otro, sino un "nosotros" que sea una dupla del "yo".

Tengo miedo, tengo enojo, estoy convulso. ¿En verdad me quieres a mi? En verdad me quieres a mi, en mi terquedad, egoismo, al parecer en mi falso utopismo, en la imagen falaz de sentirme conectado con la naturaleza, de prentender que me entiendan, lo sientan, compartan y vivan conmigo.

Pregono la libertad de mi como ser cuando tengo peceras, plantas en maceta, cuando quiero tenerlas dentro de mi habitación, y se que deberian estar libres o en su entorno. Puedo responder al deseo del humano milenario y no egoista muchas veces de tenerlos cerca. Sería mejor dejarlos ir supongo.

¿Los uso para llenar mi soledad? Para tener compañia, con quien hablar, a quien querer, a quien cuidar... y puede que sea porque no se estar con el ser humano.

Con el hermano humano tan frio a veces, tan crudo al hablar, al que le tengo miedo por su inmisericordia al no una vez haber atacado mi Parnaso. Y quisiera reconstruir el Eden, lo mejor sería dejarlos ir, no tenerlas conmigo, no confinarlos a las 4 petreas paredes de mi habitación.

Y al caminar y enamorarme de la luz, de los cantos, de los colores, de la frescura, tonos, humedad... quisiera tenerlos conmigo ya que al menos ahora en este mundo no me es posible vivir cerca de ellos, de jardines, de vegetaciones prístinas exhuberantes y naturales, de animales en su entorno. Soy parte de una especie predadora, invasora y cruel pensando que puedo ser diferente al tenerlos conmigo y quererlos cuanto los tengo encerrados.

Hoy murió uno de mis peces, tal vez victima de mi negligencia. De una especie seleccionada artificialmente para unos estandares de belleza, y me digo a mi mismo "no seas parte del problema y no compres otro" pero al verlos tan maltratados quisiera poder salvarlos a todos, y no puedo, me conformo con darle una vida más digna a los que se que no pueden regresar a un entorno natural o no hay manera de hacerlo.

Debo dejarlos ir... y verme tal cual soy, otro ser humano igual de egoista que el resto. Anhelo los bosques, los lagos, las plantas, los animales, la libertad.... y los quiero cerca de mi, sabiendo que puedo darles las condiciones de vida que tendrian fuera solo que dentro, pero eso no parece ser correcto al solo mentirme de la realidad de mis actos.

Me quiero libre y los tengo cautivos...

Lascia ch'io pianga

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