Magdalena Kozena - Lascia ch'io pianga
¿Por qué recurre uno al llanto? Es algo que de pronto no tiene rspuesta, a veces es como una presa interna enorme que busca algun consuelo o alivio, quiza por eso mismo se recurra al pasado, al recuerdo sobre el que se tiene control y capacidad de reajustarlo y reacomodarlo segun las circunstancias.
Déjenme que lore y suspire. Que piense que puedo ser divertido y no olvidado en una fiesta. Que puedo ser lindo y querido y pretendido por alguien, que puedo ser libre y cantar como se que puedo pero mi pena y fanta de confianza propia me lo impiden.
Llorar sin motivo, sin razones, sin algo en particular, el solo poder desentrañar de dentro de mi pecho lo que ah´hierve y se gesta.
Me siento torpe muchas veces, por buscar a las personas, por buscar y preocuparme del género humano que de pronto da motivos para odiarlo inclusive, pero dentro de mi corazón algo me dice que ame, que sea paciente y aprenda, no sé que, ni para qué, pero a veces para poder tener fuerza de seguir uno debe perdonar, amar y confiar.
Ser feliz no es fácil, uno debe contruir cada instante, ser depresivo es mas sencillo, el pasado siempre esta ahi y no hay que hacer nada, se agranda solo y no hay algo que impida sumergirse en él. El futuro es agridulce con todas esas incertidumbres y posibilidades, el presente es el que da miedo, al deber contrsuirse, hacerse y vivirse como se pueda, es lo que hace llorar.
De pronto me siento tan pequeño, tan insignificante (y no es falta de amor propio) solo que hay cosas tan grandes por hacer, que como podría alguien tan pequeño -en alma y cuerpo- hacer algo por esta desvenzijada tierra y cansado genero humano.
Ya no puedo llorar como antes, mis lágrimas quedaron encerradas cuando no quise llorarle a un amor por no querer perderlo, por no llorar para no aceptar lo que pasaba, por hacer caso a quien me dijo que ya era yo demasiado viejo para seguir llorando. Estupido fui al negarme ese consuelo y creer en esas palabras fatales.
Insensato en negarme algo tan natural a mi persona, ciego por no ver mis necesidades y sordo por no hacerme caso.
Dejenme llorar sin motivo, porque tengo tantos sentimientos y sentires guardados que si quisiera ver cual es el que jala al llanto, me toparia con la madeja enredada de aquello que sigue dentro esperando poder salir.
Quiero volver a llorar, porque sino llora el cuerpo el alma se enferma, la voz se ahoga, el corazon se endurece y la sangre no fluye.
Caro Dio... dame el regalo de poder llorar como lo hacia cuando las mentiras humanas no habian entrado por mis oidos. Llorar como naturalmente me era conocido, no viendolo como mero y vacio sufrimiento o dolor, sino como una catarsis, una experiencia estética que me llevaba a morir diariamente, una pasion que me impulsaba a ser ese genio maldito, esa alma abatida que luego puede levantarse, ese niño que se desahogaba en tus brazos...
Quiero el regalo de saber llorar y poder hacerlo.
Para poder descansar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario