sábado, 5 de diciembre de 2015

Sin sentir sintiendo y sin quererlo te digo hasta pronto

 Adagietto de la Sinfonía nº5 de Gustav Mahler. Interpretada por la Orquesta Filarmónica de Viena, bajo la dirección de Leonard Bernstein.

Y se siente... ¿qué se siente cuando se trata de no sentir nada? al menos en este caso, se siente como un enorme incendio queriendo ser contenido en un frágil corazón que espera poder romperse y sacar los rios que brotan de si y manan por los ojos.. Se siente que no quiero sentir nada, que no quiero simplemente aceptar "se fue".... no puedo simplemente quedarme sin hacer nada mientras veo que mi corazón sangra y que el ser amado, ese fuego ya lejano ahora se apaga.

Y lloro pero no quiero llorar, pues temo volver a desplomarme en el suelo y llorar desconsolado, porque temo que al llorar selle la sentencia de que te fuiste, porque no quiero llorar pensando en que pudimos haber evitado esto, y ahora el frio del invierno me sofoca,

Y no tengo ni medio ni su permiso para dirigirle palabra, de mi cuenta es el no tener permiso de verle aún cuando se extrañe tanto. Y en lugar de llorar, las lágrimas y emociones se filtran al interior y construyen lentamente una catedral de roca salina, estalagmitas de sentires, estalactitas de llanto. Y en esa caverna interna el mar que no sale por los ojos forma un lago. Donde quisiera perderme y sólo sentir la calma del agua fria.

Más algo me desppierta y me grita "Cisne, ¿que haces dormido? tú camino aún no empieza" y sabiendoq ue sas palabras no se dirigieron a mi me regresan, no queriendo quejarme del destino más bien aceptar el paso de cosas, tratando de aprender, sin desarrollar miedo o rencor. Pese a todo, lo que más lamento es haberle herido... ¿cómo podrían ahora mis manos buscarle? el aire las recibe y recuerda a otro viento helado que se fue. Y las lágrimas brotan de todo el cuerpo.

No se sabe que es llorar hasta que lo haces inmovil, mirando fijamente, sin pensar, sólo dejándo que el llanto y el sentimiento inhunden cada poro del cuerpo. Y ese sentimiento de vibracion acuosa puede tomar dos formas, un lago frio donde dolerse de lo acaecido, o bien, en un geiser hirviente que quema a quien por él entra buscando cauterizar heridas y salir de la caverna. El precio de la libertad es aceptar quemarse en sus pasiones superandolas, no porque no duela, sino porque se es libre del dolor que atrapa.

Y en calma y desazon escribo, buscando un remanso de paz de este corazón, que no sabe que es, que se siente blando cual suspiro, duro como piedra, torpe como él sólo, y triste y desolado de saber que el silencio esta donde antes respondía su nombre al pronunciarlo.

Y lloro porque mis ojos me privan de verlo y la imagen se vuelve difusa, y porque mis oidos olvidan su voz, mi cuerpo su calor y mi corazón busca encerrar el fuego que le quema gritando "¡no te vayas!" no busco ni busquen razones en ello. Si tuviera razones sabria por donde atacarlo.

Solo siento como una estatua de sal bañada por las olas. Dejando que el tiempo erosione, que las fisuras se llenen de agua, que el sentir me embargue, pero no quiero de nuevo embargarme en ñel. Tengo miedo de sentir lo que no sé si este listo a dejar atras.

Este mar primigenio cobrara forma, y de él sacaré algo, mientras sólo siento los rayos, tormentas y huracanes de la atmosfera del corazón.

Y siento tanto... tratando de no sentir nada y seguir avanzando en este presente que es eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario