Massenet, meditación de Thaïs. Bailarina Letizia Giuliani
Hay tantas cosas que quisiera decir ahora, tantas cosas que se me vienen a la mente... pero es porque he dejado de escribir, aparte en realidad vuelvo a sentir ese grito sordo en un valle desolado, nadie suele responder. No me gusta solo escuchar mi voz (aun cuando su sonido me gusta, me gusta hablar conmigo) por ahora solo quisiera poder calmar mi cabeza.
¿Quien soy? soy yo, Juan José... aunque ahora quisiera poder ser como hace unos ayeres, poder postrarme en llanto y sacar todas las emociones y pulsiones que me mueven dentro, que agitan las viceras y me hacen sentir, ser esa banshee que grita, la diva que canta, el trovador enamorado, ser todo eso y mucho más... poder perderme un momento escuchando música y sentir a flor de piel como si fuera una ópera... pero algo no me deja, yo mismo me digo que no puedo hacerlo, que no hay motivo, y trato de no llevarme por cosas abruptas... he cambiado y en ocasiones como esta es que me doy cuenta... Domino mis pasiones, aun cuando tantas veces es más fácil dejarlas arder... pero si arden pueden quemar... es mejor el fuego bajo control.
"Cuando tenga tiempo las sacaré" me gusta decirme... pero ¿cuándo tendré tiempo? la escuela, el trabajo, los deberes sociales y familiares. Supongo que es parte de crecer y madurar, aunque extraño poder ser de nuevo ese "gran maldito" de Rimbaud que se intoxica con las emociones, las pasiones y los venenos... extraño poder hacer lo que me gusta y ser "mi otro yo".
Pero no ilustro, leo, ni escribo por placer o gusto... estoy atorado en un trabajo que me tiene cansado y hastiado, le huyo sabiendo que debo continuar, me peleo pensando en que debo hacerlo y el no querer, el estar en una huelga y protesta que me dice que no esta feliz con lo que hace porqué sofoca. Me molesta que por ello no tengo tiempo, me molesta que absorbe horas y de pronto el avance es un parrafo o dos, me enoja que de eso dependa el poder ver a quienes quiero... pero lo debo hacer. Es necesario y obligatorio, pese a todo me gusta... pero estoy ya harto de no poder hacer otra cosa.
Tengo ganas de llorar... el precio de contenerme las cosas que de pronto mis entrañas quisierna gritarle a las personas, pero que por autocontrol y por evaluar las cosas considero que es mejor callar. No todas las personas estan dispuesta a escuchar lo que tengo que decir, menos cuando eso conlleva una reflexión sobre lo que hacen, aparte no me gusta que crean o sientan que siempre estoy evaluando, juzgando, criticando o sopesando todo... lo lamento tantas veces, mi cabeza me traiciona, mis deseos de pronto son fuertes y como un niño actuo llevado por lo que siento... pero un adulto no debe ser así...
No tengo ganas de nada y tengo que hacerlo todo. Domarme a mi mismo y controlarme; ¡tantas veces quisiera poder simplemente dejarme llevar y ser mas egoista! pero no creo que eso sea correcto. Aún cuando de pronto me parezca que la gente "se merece" lo que quiero decirles o se lo "ha ganado" trato de ser prudente... pero el guardarme todo eso me hace de pronto soltarme a llorar.
Y regreso con Thaïs, meditando en mi vida, tratando de conciliar el sueño... y como en esa puesta en escena... poder dormir cubierto de flores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario