domingo, 23 de junio de 2013

No siento sintiendo, ni pienso pensando


Que es este fuego que de pronto me emana,
que colma de fuerzas, que me hace que irrumpa
el sueño buscado, descanso en zozobra,
que es este brotar de palabras en mis dedos
que nacen sin buscarlo, que vienen ya luego
que es este sentir que ahora mantengo.

No lo sé, siento que no siento nada, no me siento embriagado por los sentires aún teniéndolos todos. Me siento en paz, tranquilo, dichoso, quiza de pronto algo taciturno y serio, pero en general me siento mejor.

"Chico, simplemente no puedo sacarte de mi cabeza".... meldía de tantas horas, veces, sentimientos y versiones, esta noche, no puedo sacarte de mi cabeza. No quiero invocar nombres para no despertar sueños ni deseos, ven tu mi amado Kalos, dulce figura que me cobijas.

Ya casí es mi cumpleaños, llévame esta noche a donde fui feliz, ayudame a revivir mi Parnaso, mi pedazo de universo. Mi creación amada donde otrora vivía, mi sueño difuso que fue abrazado por vientos del norte, no supe defenderlo creo, aún cuando sé todo lo que aprendí después de hacerlo.

Una vez tuve un castillo, de blancas piedras, grandes campos, estanques, plantas, vida. Ahí mariposas volaban y me alegraban los ojos, el fuego conmigo bialaba y la tierra me cobijaba siempre. Todo era vida, mi cielo, mi mundo, cerca de la luna, canceriano al fin y al cabo. Ahí me refugiaba cuando arreciaba la tormenta, cuando necesitaba consuelo, cuando me abria a las puertas de las pasiones y las dejaba fluir, cuando me sentía hirviente.

Tapice con gemas, tejí ahí mis cantos...
esbocé sonrisa, no temi a los hados,
y ahora lejano te veo, paraiso olvidado
que en ruinas te encuentras, preso de mi  mano.

Yo ahí construi tanto, hasta el recuerdo parece que se me ha arrancado, de pronto olvido cosas, otras las recuerdo a ratos, y algunas más van y vienen sin motivo aparente. "Simplemente no puedo sacarte de mi cabeza"....

Kalos, llévame contigo, ya no puedo vivir ahí. Aunque lo añore, el pasado es pasado, no puedo vivir en un lugar que me recuerde a donde me fui. Además, las alas de este cisne son más grandes ahora, crecí, quiza madure... me siento en paz, pero.... dónde esta esa llama.

Avívenla, yo me siento apagado más vivo. Como un centinela que guarda su faro, espero sin saber que espero, no queriendo esperar nada. No debo desear, ni soñar, ni anhelar, esa fue la sentencia, eso siemrpe se me recuerda, nada es para siempre,  ni yo puedo disponer libremente del todo de mi tiempo. Quiero volver a bailar, a pintar, a escribir.... el Cisne en cautiverio me pide cantar,

Sin saber que miro, miro más no veo, escucho sin oir nada pero si percibo los susurros del viento, el fuego  me avive, los vientos me calmen, la tierra cobije, el agua me adapte..

Soy sin ya serlo, no se lo que siento. Ni siento sintiendo, pero en silencio canto, vayanse recuerdos, llevense los dardos que fuerón lanzados contra de mi pecho, o que quiza yo mismo clave usando la figura de alguien más.

No siento sintiendo, ni pienso pensando
me encuentro volando, sin despegar vuelo,
en suspensión animada parece mi cuerpo
que siente sin tactos, que siente algo yertos
de tanto no usarlos los músculos de vuelo.

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