Solo deja que mi lengua se deslice por tu cuerpo y que como ente ciego imagine la forma de cada sabor que descubra.
Lo que era cuando me conociste, ya no es piedra angular sino basamento de lo que soy ahora. Converti los diamantes de mi llanto en una egída que Atenea envidiaria, la mia no tiene a Medusa tiene las huellas vivientes de toda mi vida, con ellas me defiendo, resguardo y cobijo.
Acercate y deja que te toque, dejame recordar táctilmente el cuerpo al cual algun dia cedieron mis guardias y al que me entregue completamente, ante el cual Agape se torno Eros, ante el cual el fuego de mi cuerpo me consumio y te abraso con él.
Deja que mis ojos recuerden al ente ante el cual se iluminaron, que mi olfato reviva los perfumes que exudaba tu piel. Quiero enamorarme de ti cada que te vea.
¿Pero que me encuentro? que no me extrañaste, no honraste mi recuerdo y mi ausencia no fue percibida por tu corazón. Nunca juraste ni prometiste amor, pero esperaba al menos ternura.
Pero no llorare hoy, levantare la mirada, caminare con paso firme y me despedire de ti con un beso en tu mejilla, en tu frente y en tu mano. Marcare mis huellas firmemente para que si lo deseas puedas buscarme.
No se a donde voy, pero quiero que mi camino se marque con firmeza.
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