Mis dedos ya no lloran la tinta que volvia expresiones aquellos lienzos en blanco... mis manos se han vuelto tierra arida en la cual las caricias parecen no querer brotar más.
Mi corazón se ha acorazado impidiendo la cercania humana, aun cuando desde dentro clama y pide poder correr a ese campo de batalla en donde aun con dolor puede desbordar sus deseos de conquistar corazónes y acercarlos a esa inmensa hoguera de amor en donde sabe que podrian crecer.
Mi boca ya no germina rosas, ni las tiñe con el carmin de mis labios, pero mi canto aun le pide al cielo que no se olvide de la humanidad herrante que espera encontrar el sendero de su speracion.
Mis ojos ya no son zafiros del cielo, pero mis lagrimas y destellos siguen siendo faros que quieren alumbrar a quienes estan perdidos en la oscuridad.
Mi aliento ya no es de espliego, ni mis suspiros arrullan a los árboles al atardecer, le cambie al cielo ese regalo por un respirar más fuerte para poder caminar y trabajar más sin fatigarme tanto.
Le ofrende mi ser a los cielos, pidiendole que esta personita pueda ayudar a la humanidad, a esos hermanos sin camino... ya no soy la obra de marmol del Eterno, ahora soy un ser de barro que pidio fuerza para poder encontrar la forma de inflamár corazones, de iluminar mentes y fomentar esperanzas.... sigo sin saber como, pero el inicio esta en desear.
Ya no soy el altar del cielo, ahora soy el sacrificio que se entrega para darle al mundo un dia más para poder recapacitar.
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