sábado, 7 de agosto de 2021

Una lágrima que dar


 Chavela Vargas | No soy de aquí, ni soy de allá

 

He de pedirte un favor. No te enamores de mi.

No quiero ver un atardecer y recordarte a lado, no quiero saborear un helado e imaginarte enfrente, tampoco quiero sentir la seda deslizarse en mi piel recordando como la arrancabas...

No importa cuanto lo pida mi corazón. No me ames, no me extrañes, no me quieras, no me busques o recuerdes. Sólo déjame ir, prefiero ser una polilla muerta en las llamas, a una mariposa que vive de ilusiones..

No me digas que quieres hablar conmigo, solo déjame leerte en tus ojos. No me digas que te toque, solo déjame respirar junto a ti. No me pidas que te baile, solo déjame abrazarte. No quiero hoy sentirme hermoso y majestuoso, solo quiero sentirme existente. Tangible, existente, bésable.

Amor mio, ¿por qué no te conocí más joven y sano? ya solo tienes los diamantes de mis lágrimas, los rubiés de mi sangre, la ambrosia de mis labios. El tocarte como si fueses seda, el saberme no de blanco, pero quiza puedo casarme de rojo. Del color de tantas emociones de un corazón como un volcán.

No se que soy, ni de donde soy, ni se con quien hablo... solo no te enamores de mi...

Y sí así lo quiero, mé moriré cuando más feliz sea.

Pero si la muerte es inevitable, ¿que más puedo pedir?

Sólo recuerdame hermoso, con el alma y corazón rotos, pero con una lágrima que dar. No me digas hermoso, por qué entonces preguntaré "¿por qué!" tenias que esperar a verme lánguido, cansado y llorando, para ver que siempre, ante ti, he sido una Diosa arrodillada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario