¿ Siempre pediré que me llores?
Aún cuando quisiera sintieras mis heridas,
aunque me tome hasta siete vidas,
el querer el corazón rasgarte.
A ti, vil amor maldito,
a ti, estúpido engreído
que supo hacer mi pecho
ver como rosal sangrante.
A ti infeliz criatura,
a ti amante de los infiernos,
que aún viéndome sangrante,
fuiste maldito e infame
y empezaste a apuñalarme.
A ti maldito amor muerto,
a ti causa de mi entuerto,
te digo que ya no me importas.
Porqué en el llanto y la pena,
me supe sentir gustoso,
hermoso, divo, dichoso,
que de ti ya no dependía.
A ti vil sabandija,
tan trocadora de sueños,
tan sin rosa, tan con espina
que quiso verme llorando,
tan bella y tan prístina.
A ti amor ya maldito,
ni te extraño ni te olvido,
porque el tiempo tendido
hará que tu me recuerdes,
a ti amante con sierpes,
a ti amante malevo,
te dejo y te relevo.
Porqué soy demasiado hermoso.
Y así me muera yo en gozo,
al ni siquiera pensarte,
centrarme en quien amante,
mis besos tanto requise,
donde si algún día te quise,
ni pese y ni me importe.
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