
¿Qué me trae de nuevo aquì? en realidad no lo se con seguridad.
Un alud de sensaciones me sepulta en su sopor. Regresa gracias a la conversacion con un cantante el sentimiento lacerante de mi deseo de cantar ópera y con él el de bailar ballet.
En su momento la decisión de ponerlos como necesarios pero no indispensables me fue dolorosa, ¿comó le explicas al corazón que algo que amas no puedes realizarlo con la frecuencia, intensidad o dedicación que quisieres? Pero asi fue, decidi no ser bailarin, cantante profesional y si artista visual y diseñador. Algo que no me pesa, pero si trajo consecuencias.
Ahora, ya casi 6 meses despues de haber tenido que dejar ballet pero por falta de recursos economicos mis piernas lo extrañan tanto... mi garganta se frustra al sentir la música entrar por todos los poros pero no poder salir por ella. Pero mis ojos y manos son felices al crear y observar el desfile de formas y colores que surgen frente a ella. Y me llena de orgullo llamarme Diseñador.
La música es algo que necesito, y agradezco al cielo la posibilidad de conocerla y nutrirme de ella aun cuando es solo en forma de grabaciones.
Para el ballet me limita mucho mi miedo al ridiculo más que al fracaso, es algo que aun no logro resarcir de los años de burlas y desprecio que me acompañaron en mi niñez, pero ahi voy,... como sea el fruto indirecto es el miedo a lanzarma a girar, a saltar... aun cuando a mi mente viene la imagen de mi pudiendolo hacer. Y aqhora cuando recuerdo que me prometi bailar la muerte del cisne, mi cuerpo reacciona pidiendome volver a bailar para poder cumplir esa promesa, no quiero el virtuosismo de una prima ballerina, solo el mejor desempeño de este cisne negro.
Cantando, no creo ser un diamante en bruto que reinaría en la Scala de tener la educacion adecuada, no tengo el corazón para dedicarme a ello, pero si el gusto de hacerlo, y por ello quiero aprender a cantar, no para dar recitales, exhumar obras del olvido, deleitarme con el sonido de mi voz, reunir ordas de seguidores buscando oirme, solo quiero cantar las piezas que me gusta tanto oir. Muchos se han burlado de mi al saber que no se solfeo, que no poseo algo para guiarme en la diferenciación de notas musicales, o considerar que en mi priva la pasión a la inteligencia, y yo solo respondo el que ignorar algo no le da derecho a nadie a creerse superior, porque todos ignoramos cosas.
Es por eso, que a veces me resulta doloroso en este andar diario, encontrarme con bailarines, cantantes, pintores... en los cuales la dureza de la vida los endurecio, negandole ayuda o consejo a las personas que se interesan en lo mismo, porque desean que a los demás tambien les cueste... estoy en favor de que cada persona debe luchar por lo que quiere, pero tambien en el hecho de que todos deberiamos de compartir de manera generosa lo que sabemos. Sumado a que a mi manera de ver las cosas, el conocimiento, talento e inteligencia no son un privilegio, son una responsabilidad para con los demás. Pocas cosas en esta vida llegan sin costo, pero muchas cuestan aun más por la falta de caridad de quienes las poseen.
El arte y sus diferentes representaciones son un regalo para el mundo, una conexión con el cielo, no el alimento de egos y élites efímeras y vanales. A fin de cuentas si solo seremos juzgados por el amor, entonces el arte es amor, y el amor no puede ser contenido o repartido de manera selectiva.
Me despido más sereno, seguro, feliz y tranquilo... en enero regresare a bailar, para cantar solo puedo ahora mejorar mi respirar y pintando trabajando para ser lo mejor que esta personita puede ser.
Juan José
"Un Cisne con una orquidea negra en el corazón"


