Te abriré mi pecho y mostraré lo que hierve dentro, te mostraré mi cabeza y podras observar mis pensamientos, déjame mostrarte porque el Cisne de mi corazón siempre esta cantando.
Oh dulce amado
mi Dios querido
hoy vengo afligido
y hacia ti clamo.
El corazon llora,
los ojos me llueven,
la carne rasgada borbta en sangre,
y expongo mi pecho, luego la pelea;
no quiero me cures
si eso tu no quieres,
mas saber besar a la mano ingrata
de quien me lastima,
viendo a un Cristo
que me dice "ama".
Me vi acediado, rodeado de fieras,
ms senti cual libre entre de los lobos,
me vi presionado, me senti lloroso
pero siempre erguido, sin perder el garbo.
Sepa yo Dios mio, no saber odiar,les
perdonando aquel, que su mano alza,
quien de pronto grita y que se avalanza
como fiera loca a rasgar mis carnes.
Sepa yo Dios mio, ser blanca paloma
no perder tersura dentro de la sangre,
que mis patas rojas pronto me reclamen
el que a un diluvio ya he triunfado.
Destile perfume cuando sus venenos,
me quemen la piel, me ardan las entrañas
que aunque sienta furia, sea yo tan calmo
como aquel estanque, tan claro y diafano
que se clarifica aunque haya lodo.
Quiera Dios querido amar al dañado,
sanar poco a poco heridas del tiempo,
quiera yo contigo, sentirme inmolado
y que a cada golpe aprendo de ti.
Asi que ac{ogeme, prestame tu boca
para que a blasfemia destile perdones,
para que a los golpes, a duros azotes
mi voz solo diga "perdonalos padre".
Pëque yo quisa de hacerme contigo
una sola cosa, unir mis dolores
pero si tu no riegas ya pronto mis flores
de nada ya sirve este atrevimiento.
De pedir me enseñes ser manso cordero,
no por el ser bueno, sino porque te quiero.