The Second Waltz - Dmitri Shostakovich
10-12-2022
Prefiero vivas en mi recuerdo, donde nadie toque ni mancilla el tipo de amor que te tengo.
Tu nombre es mio y cual Liu en Turandot "¡es un placer que sea mio y poseerlo sola!" Un nombre que hace te labre prisión mi fantasía.
No quise escribir antes, pero no quiero se evapore el recuerdo, quiero cual perfumista aprisionar mis memorias en una botella de cristal, para cuando necesite perfumar mi vida o invocar un genio.
Por azar te conocí en otros brazos, te vi feliz y quise te sintieras abrazado y feliz, poco a poco se hizo familiar tu presencia, disfrutaba tener un amigo más. Sin embargo las cosas se fueron complicando
cuando tu vida con esa persona se fue transformando de una ilusión y a un tormento. Me dolia ver triste a alguien a quien yo veía llegar contento a regalar flores, y sentí añoranza y revivió el recuerdo: yo siempre he querido alguien me las regale con ternura, no como mi primer y único ramo hace creo 10 años cuando me lanzaron un ramo por pedirlo.
Cuando te veía quise volver y te ofrecí una mano y ayuda, y al pasar de los días, de los acontecimientos, de ver no eras valorado (siendo que siempre me pareciste un novio encantador con la persona incorrecta) busque brindarte un hombro, un amigo, palabras de consuelo y para hacerlo te abrí mi corazón contando mis vivencias, esperando mis errores y aciertos dieran luz a tus decisiones, consuelo a tu corazón. ¡Como un corazón
que ha sido roto podría no entender lo que esta sintiendo un corazón en situaciones similares?
Me preocupaban tus arranques, tu dolor, tus deseos de desaparecer, tu alma y corazón dañandose, tus anhelos rotos, tu deseo de cumplir tus promesas, de vivir un sueño que se te arrebato y que pese a esos intentos esa persona, ni por ser 8 años mayor a ti tuvo piedad, ni madurez ni reparo en verte sufrir sin aceptar sus errores y trato cruel a alguien enamorado que confío y creyó.
Para sanarte quise abrieras los ojos y vieras lo encantador, valioso, dulce, atento y valiente que eras de pelear por algo que querias, quise recordarás cuando me dijiste te sientes menos bello o no lo suficiente. Te abrí mi pecho y deje te
vieras con mis ojos. Y como quien después de ver a un diamante e irlo describiendo y ver su brillo, me comencé a enamorar...
Me torture por semanas evitando pensar siquiera la idea, 17 años nos separan, tu estabas con "ella" y yo soy "él". Finalmente entre eso y otras cosas mi corazón se rompió, pero acostumbrado a ello traté de alzar vuelo, pero mi mundo comenzó a derrumbarse a donde viera, mi trabajo, mi salud mental, física y emocional, mi hogar donde ya nadie iba y donde pensé estaba reuniendo a gente me quería, me descubrí abandonado.. un día cuando me quedé sólo, llorando, me partí y pedí ayuda, solo silencio... al recordarte, te la pedi y llegaste raudo. Oimos música, vimos películas, charlamos. Consolamos nuestras dolencias mutuas como un par
de soldados: uno herido en combate y otro roto de luchar y no ver victoria.
Te sentaste a la orilla de mi cama y al vernos mejor, de frente, fui valiente y roce tus labios con los míos, no en un beso pasional ni desaforado, fue una caricia de un cariño sincero, dulce y tierno por alguien, por alguien que ya no soporte verte sin sentir amor.
Reaccionando me incorpore y pedi disculpas, no recuerdo ni que dijiste. Mi corazón sintió un latido dormido hace 18 años, continuamos como si nada hubiese pasado charlando. Ya animado te pedí un favor, si bailarias (y debo decir, cumplieras mi deseo de bailar por primera vez un vals con alguien) si te robe un beso quise regalarte un deseo añorado en lo más profundo de mi.
Seguía la velada hablamos y te recostaste, posteriormente -no se cuanto fue- aún estaba zurciendo tu corazón y mente con los fragmentos que salieron de los míos. Quería bordar tu corazón. Al colocar mi mano sobre el y sentir su calidez perdí la pena me recoste sobre tu persona y volví a besarte y soplando en tus labios te entregué mi aliento para darte algo de vida... las reglas dichas, serias un secreto, no harías nada pero no evitarias y realmente las otras dos se desvanecieron en mi recuerdo... (por eso aprisiona los recuerdos, la mente a veces no basta)
Te pedí un beso que fue negado, la petición paso a ruego y termino en suplica. Aceptada mi derrota, me incorpore y retiraría, no quise humillarme más ni que fueses un juguete. De súbito te incorporaste y mis besos suaves y tibios
se vieron vencidos por un apasionante beso tuyo que estremeció mi cuerpo, un fuego que me ablandaba y la plata de mi cuerpo se torno dúctil, fui herido por mi propia petición, me torne lánguido y quien hace momentos se sentía fuerte se volvió dócil y al notarlo sonreíste. Una diosa había caído...
Me senté a tu lado y al notar te cubrias los ojos de la luz fui a apagar la del techo e iba a dejar otras... la habitación se torno azul por las cortinas, te incorporaste y vi primero una prenda, luego otra ser retiradas te vi en camiseta,, me acerque prefiriendo morir a vacilar de vivir. Cerca me jalaste por la cintura y temblando, pregunté porque lo hacías si sabias me ponías nervioso y picaramente sonreíste, recobrando fuerzas puse mis manos en tu pecho, no recordaba ya un abrazo tan
cálido e inocentemente provocador... recoste mi cabeza en ti y un rayo de conciencia me despertó, como cenicienta mi sueño tenia un fin... me arme de valor y me abrace a tu cuello, (so lo tengo unas horas). Los besos nivelaron su intensidad. De pronto otra prenda, y me sentí tan nervioso como no recordaba podía hacerlo... el deseo es un volcán y podía sentir agitarse todo mi ser en un terremoto, pero no podía ni debía abandonarne, solo vivirlo... pero queriéndote no quise se malentendiera mi atención y cuidado por ti, porque en verdad me importabas e importas. No quise no quiero pensaras fue planeado, realmente me abandone a ti.
Te bese como si nada importara, pero mi mente y cuerpo entraron en conflicto, ¡tantos deseos que apagar! ¡tanto que
debía controlar! Mí cuerpo queriendo reaccionar al tuyo y decidí no hacerlo, te quise tanto que mate mis anhelos... pero cada toque, cada roce, cada movimiento sintiéndote me gritaban "¡no lo dejes ir!" Y mi mente decía "nunca será tuyo"... mi corazón se desquebrajo y quería gritar "te quiero" y mordí mis labios para no decir nada...
Contuve el deseo tanto como pude y preferí darle vuelco aprovechando el frío y sentirte junto de mi y recostarme a tu lado, tu tibieza, suavidad, dulzura, sabía todo acabaría al despertar el sol y alguien que temía a la oscuridad no quiso que llegara el día, como Cupido te irías dejando a Psique... volvería a la realidad y al despertar me encontré solo.
No obstante parecía todo normal y pude
finalmente decir "quererte puede causarme perder, salud mental y romperme el corazón... quiero que sepas que Juanjo lloro por ti, que llevo días pensando en ti, y que daría lo que fuera por que me vieras como la extrañas a ella, burlate de mi como yo me río de mi mismo, vuelve de vez en cuando y regalame un ramo de camelias, lograste se arrodillara una diosa y lo hice gustoso"
Me prometiste un ramo de camelias que espero recibir. Bien te aconseje en otra ocasión decir tu flor favorita porqué se entrega confiando y esperando se reciba.
Todo bien unos días y finalmente quebrarme, el aceptar un anhelo sino imposible al menos difícil, pero si queriéndote busque regresaras a ella si te hacia feliz... un trueque de parte de mis
años restantes por verte sonreír, dos palabras que me harían ganar la apuesta... un "te extraño" o algo aun más fuerte que me devuelva una jugada con la muerte. Me animaste a vivir y sonreír, los ofrecí dichoso y vi sonreíste después, te vi con compañeros, menos afectado, aunque más distante de pronto... el silencio. Cual novia abandonada acepte mi destino aceptando un imposible, pero recuerda, las mariposas de noche por eso buscamos la luz, los abandonados valoramos la compañía y quien ya no quiere ver sufrimiento entrega lo que tiene, pero las cortesanas no suelen casi nunca ser esposas....
El escándalo, tu sufrimiento por mi culpa, los problemas, pedí se borrara todo y solo yo y tú lo recordaramos, destruí mis recuerdos para protegerte, gracias por
recordarme puedo estar vivo, ser feliz y querido al menos una velada.
Cuando te vi y vi la distancia y sentí frío en tus ojos mi corazón se siguió quebrando, trataba no verte deseando hacerlo, tratando ignorarte y queriendo estar cerca, tratando no extrañarte y haciéndolo tanto...
Noches en vela esperando un mensaje, queriendo mandarlo me queme las manos grite tu nombre en silencio pues ese seria mi secreto...
Los días pasaban me volvía loco, queriendo preguntar el porqué te fuiste, me sentí usado y abandonado, malinterpretado mi cariño, sentirme juzgado por cualquiera aunque no supiera nada, llorando esperando dijeras mi
nombre. No hubo ni canción ni bebida de mi te apartara. La alegría te recordaba bailando, la triste mi destino y otras tantas que es mejor no sepas el que después de lustros me sentí hermoso.
Cada latido costaba, cada sonrisa dolia, cada te veía y respondias distante o solo con un gesto en tu mano hacían me matará querer abrazarte... me resigne a ser una flor de un día, sin perfume y marchita, tirada en el suelo... amaneciendo sola.
De pronto un día te vi derrpente, y queriendo hablarte y viendo a quien ke odia el corazón casi estalla, y me refugie de pronto en mi oficina, para que no vieras que estaba llorando, queriendo sonreír pero doliendo tanto. Traté de evitarte, pero como cruel destino, ahora te evitaba no
dejaba de verte, y no quería un beso, menos una caricia, mucho menos me quisieras, yo solo quería una respuesta y poder decir lo mucho te extraño.
Pude hablar contigo, te vi sonreír y tuve minutos de lo que era, decidí sonreír con todo lo hermoso, a pensar otra cosa, termino diciendo: aún espero oír tu voz, recordar tu aroma, sentir un abrazo, compartir algo, te quiero tan puramente que pudiendo tanto hacer me queme las manos, pudiendo hablar me calle la boca y los ojos, queriendo voltear ví hacia otro lado, queriendo estar cerca acepte la distancia... queriéndote tanto te ayude con ella.
Te vi sonreír de nuevo y siempre te recuerdo y recordaré. Me enamoré y te amo.
Tu nombre es mi secreto, y espero mi ramo de camelias.
Siempre tuyo.
Juan José